LONDRES. El gobierno británico anunció que endurecerá las medidas contra la contratación de inmigrantes irregulares, dentro de una ofensiva emprendida a raíz de los miles de intentos de entrar al país por el túnel del canal de la Mancha en este verano.

 

El secretario de Estado de Inmigración, James Brokenshire, alertó de que Londres descargará “toda la fuerza de la maquinaria del Estado” sobre quienes den empleo a inmigrantes sin permisos.

 

“Los empleadores tramposos que dan trabajo a inmigrantes ilegales están negando el empleo a los ciudadanos británicos y los inmigrantes legales, además de contribuir a bajar los salarios”, dijo Brokenshire.

 

El gobierno prevé organizar inspecciones en compañías de construcción, atención domiciliaria y servicios de limpieza con el objetivo de cazar a trabajadores irregulares, unas medidas que se suman a los planes para obligar a los propietarios de inmuebles a expulsar a los inquilinos en situación irregular.

 

La polémica sobre la inmigración extracomunitaria se ha avivado en las últimas semanas en el país ante los intentos masivos de llegar a las islas británicas por parte de inmigrantes acampados en Calais, cerca de la entrada francesa del eurotúnel.

 

Ante esa situación, el ministro de Exteriores, Phlip Hammond, elevó el tono de su discurso contra la inmigración ilegal durante una visita a Singapur este fin de semana, en la que aseguró que la llegada de africanos a Europa pone en peligro el nivel de vida y las estructuras sociales del continente.

 

Las palabras del ministro de Exteriores levantaron críticas por parte de los candidatos a liderar el Partido Laborista, Jeremy Corby sostuvo que los comentarios de Hammond están basados en el “prejuicio” y la “hostilidad”, mientras que Liz Kendall calificó su lenguaje de “deshumanizante”.