El derrame de aguas residuales de la mina Gold King que contaminó el río Ánimas en Estados Unidos no representa un riesgo ambiental para México, pero las autoridades nacionales se mantienen al pendiente, aseguró la Profepa.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que el 5 de agosto pasado trabajadores de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (USEPA) rompieron accidentalmente una represa de escombros en la mina abandonada ubicada en Colorado.
Ello provocó que el derrame de aproximadamente un millón de galones o tres mil 750 metros cúbicos de aguas residuales ácidas alcanzaran el cauce del río Ánimas, el cual desemboca en el río San Juan en Nuevo México, a su vez afluente del río Colorado.
La Profepa informó que las autoridades estadunidenses han construido cuatro represas en el lugar del siniestro, y además intentan reducir sus niveles de acidez, mientras que el gobierno de Nuevo México cerró las plantas de tratamiento de agua que tienen acceso al río.
“A lo largo del cauce del río Colorado, aguas abajo del derrame se ubican dos de las mayores presas de los Estados Unidos: la Glen Canyon en Arizona y la Hoover entre los estados de Arizona y Nevada”.
“Esto significa que dichas presas contendrían y diluirían el derrame de la mina antes de que éste pudiera llegar a territorio nacional por alguna vertiente”, informó la procuraduría ambiental.
Además, destacó que ya informó de lo ocurrido a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y a la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas para que monitoreen las aguas del río Colorado a su ingreso a México.
Subrayó que funcionarios de la dependencia mantienen una comunicación estrecha con distintas instancias de la USEPA, a fin de dar seguimiento al caso.