Los agentes de rampa y el personal que trabaja en las aerolíneas en las terminales aéreas de Centro y Sudamérica son los principales sospechosos de cambiar las maletas a pasajeros o subir equipaje con droga que no fue documentado.

 

De acuerdo con un ex trabajador de una aerolínea que opera en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), quien tiene más de 20 años de experiencia en el ramo, la seguridad se podría violar en las terminales de aquellos países que no tienen sistema automatizado de verificación de equipaje.

 

Existen al menos dos formas de transportar artículos prohibidos: cambiando la etiqueta de un equipaje documentado, a una maleta cargada con droga; o subiendo una maleta con los datos de un pasajero que no documentó equipaje y que será recogida por una tercera persona en el aeropuerto destino.

 

“Yo no creo que sea en el Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) donde cambian equipaje o meten droga. Esos casos son de vuelos que vienen de Centro y Sudamérica porque el equipaje viene listo de origen, allá es donde hacen eso.

 

“Puede ser que empleados de las aerolíneas impriman etiquetas de los pasajeros que no documentaron y se la ponen a las maletas que tenga droga, porque el sistema no te permite subir una maleta si no hay un pasajero registrado, pero tiene que haber personal de la aerolínea involucrado para que se dé esto porque las etiquetas no las puede imprimir nadie, los empleados son los únicos que tienen los aparatos”, afirmó el entrevistado que pidió el anonimato.

 

En los aeropuertos de Centro y Sudamérica cuando el pasajero tiene que transbordar su equipaje es llevado de un avión a otro sin que pase ninguna revisión y sin que el dueño lo toque, sólo los avienta maletas las manipulan.

 

Otra actividad ilegal que se ha presentado es abrir las maletas para sustraer o introducir objetos.

 

Por ello, la sospecha de que el cambio de maletas o introducción o sustracción de objetos ocurre en el Aeropuerto origen cuando los avienta maletas tienen hasta tres horas para maniobrar. En cambio, cuando el avión llega a su destino los avienta maletas tienen entre 20 y 30 minutos para entregar todo el equipaje si el avión es grande, como un Boeing 747.

 

En cambio, cuando los pasajeros salen de viaje del AICM el equipaje no es tocado por ninguna persona desde que fue subido a la banda y hasta el final donde es recibido por los agentes de banda para subirlo a los carritos, llamados Dolly. Los vehículos transportan el equipaje hasta el avión donde es acomodado en el área de carga.

 

En cada vuelo del AICM trabajan tres o cuatro agentes de rampa, contratados por una empresa externa del Aeropuerto. Su sueldo es de alrededor de 3 mil pesos quincenales y varios tienen contratos eventuales. Este es considerado un punto vulnerable en la seguridad por los bajos sueldos y los objetos que manejan.

 

El sistema en el AICM es automatizado, la misma empresa lo instala, lo verifica y se hacen las reparaciones correspondientes. Los rayos láser del sistema leen los códigos de barras de las etiquetas de identificación colocadas en las maletas al momento de documentar.

 

“Cada aerolínea tiene su registro IATA, es único, y los rayos láser detectan estos códigos y mandan la maleta a la banda de cada aerolínea. Por ejemplo, el de American Airlines es 001, el de Aeroméxico es 139 y así las mandan directo a la banda de cada aerolínea.

 

“Las maletas se deslizan en un lugar bastante amplio, pasan por un scanner de Rayos X donde se revisa su contenido para verificar que no lleven bombas, drogas, armas o cualquier objeto prohibido. Cuando la gente que está operando el sistema detecta en las cámaras que hay algo anormal, sacan la maleta de circulación, llaman a alguna persona de la aerolínea y en su presencia abren la maleta para inspeccionarla.

 

“Si son objetos prohibidos, pero no ilegales, se sustraen y se entregan al personal de la aerolínea por si el propietario reclama”, describió el ex empleado.

 

Durante el recorrido por las bandas ninguna persona toca las maletas, se le llama zona estéril, agregó, sólo el personal que opera las cámaras de Rayos X está presente, pero a su vez para que estas personas no cometan algún delito son supervisados a través de un circuito cerrado de video vigilancia del Aeropuerto, que es independiente del sistema automatizado de las bandas, para evitar que las toquen o las abran.

 

 

 

Maletas

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