El 15 de diciembre de 2014, Hiram Almeida Estrada tomó protesta como nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF). Desde entonces, la seguridad pública cuenta con nuevos modelos operativos enfocados a procurar una mayor vinculación entre la sociedad y su policía.
El Jefe de la Policía capitalina sostiene que la prioridad para la institución es acercarse a la ciudadanía y ganarse su confianza. Para ello, advierte sanciones “drásticas” para los malos elementos.
Destaca la erradicación de actos vandálicos en marchas y manifestaciones, pero sostiene que abatir la incidencia delictiva “a cifra cero” depende de las características de cada zona. Y admite que el enemigo en común de la Ciudad de México es la delincuencia.
A seis meses de estar al frente de la SSPDF ¿cómo se siente?
En el ámbito personal me siento muy comprometido con esta nueva labor, como todo en la vida te sirve para tener una bagaje y una percepción diferente, mi función como Contralor me dio la visón de entender los nuevos modelos de gestión, lo que está bien y lo que está mal, y hoy todo ese acervo se genera en la Secretaría, en cómo trasparentar también y mejorar las condiciones de la política pública de la seguridad.
¿Cómo encontró la jefatura de la Policía capitalina?
Entiendo que debemos trabajar con otra lógica, con otro orden -y además con el entendido personal de cómo observo las cosas y con la instrucción del jefe de gobierno-, debemos ser una organización policial más legal, más sólida, más confiable y más sociable, y en ese sentido hemos venido trabajando. Tenemos un nuevo modelo de gestión pública de seguridad, hablamos pues de la mejoría de la inteligencia, de la tecnificación, la vinculación de las acciones en relación con la tecnología.
¿Qué nuevos retos enfrenta?
Soy un servidor público con 29 años de experiencia, que ha venido transcurriendo en distintas instancias y áreas de gobierno, para lo que hoy me toca hacer, y de lo cual me siento muy motivado y orgulloso, creo que tenemos mucho por hacer, tenemos que generar un cambio, ese es uno de los primero retos, un cambio en la percepción, en el ánimo de la sociedad para con su seguridad publica, para con su policía
Parece difícil ¿cómo lograrlo?
Tenemos resultados y debemos generar confianza para que la ciudadanía entienda como suyo el trabajo de la seguridad pública, porque es uno de los bienes, uno de los objetivos fundamentales de cualquier organización social. Para que se pueda desenvolver y desarrollar una sociedad debe haber seguridad.
Hoy en la Ciudad de México somos una capital segura, a pesar de que tenemos eventuales incidencias en la criminalidad, a través de la delincuencia, pero debemos entender que el enemigo común es la delincuencia.
¿Cómo aprovechar mejor la tecnología contra el crimen?
Ya teníamos las cámaras y tenemos la operatividad en campo, hoy lo que necesitamos en ser más asertivos, que el policía de calle tenga la información oportuna para poder generar la reacción capaz y suficiente para contender a la delincuencia, es fundamental, si no existe esa vinculación difícilmente se alcanzara el éxito de estos objetivos.
¿Y la capacitación policial?
Tenemos que cambiar, reconocer que debemos fortalecer lo que tenemos, son más de 86 mil elementos policiacos y en ese sentido tenemos que mejorar continuamente su desempeño; entonces, tenemos que trabajar en la capacitación en todas sus vertientes, sobre la legalidad, los derechos humanos, nuevos protocolos de reacción en control de crisis, control de grupos, direccionamiento de grupos y trabajamos para que haya proporcionalidad en el uso de la fuerza y que sea legitima la acción que realizan hoy nuestros policías.
Se cumplen los aniversarios de caso Ayotzinapa y del 2 de octubre ¿cómo se prepara la Policía ante posibles actos vandálicos?
Hoy en esta táctica y estratégica tenemos un gran reto en el tema de las marchas, y por eso tenemos que hacer coincidir ambos derechos, el de la manifestación y expresión de ideas, y el de tránsito de todos los ciudadanos.
Hoy acompañamos a los manifestantes porque entendemos que puede haber grupos de provocadores, podemos pensar que se pueden exacerbar los ánimos de algunos manifestantes y derivarse en conductas irregulares. Antes se llegaron a hacer saqueos, se rompían objetos, hoy las cosas están cambiando, la libre expresión se encauza y estamos caminando a la par, cuidando a estas personas pero también a los comercios donde se transita.
¿Descarta que en las próximas marchas y manifestaciones se presenten actos radicales?
Así es, nosotros lo que estamos haciendo es hacer una escisión muy clara entre los que están manifestándose o participan en la libre manifestación de ideas, tenemos que estar pendientes que en las marchas no haya gente ajena que busque detonar un clima de caos, pero debemos estar expectantes también de que la gente que participa en la marcha no genere otro cause hacia la beligerancia o la comisión de algún delito, y las conductas irregulares tendrán que ser sancionadas con la flagrancia e, insisto, con la delgada línea de la legalidad de quien cometa un delito tenga la responsabilidad consecuente al respecto. No es lo mismo marchar que saquear una tienda o atacar un comercio y en eso estaremos muy atentos.
El mayor reto es llegar a la cifra cero de incidencia delictiva ¿cómo conseguirlo?
Hoy en día se combate a la criminalidad con diferentes modelos operativos, porque el fenómeno delictivo en cada geográfica, en cada región es diferente. La intención al manejar la tendencia cifra cero es no sólo abatir en grado porcentual la incidencia delictiva.
Debemos recordar que hoy vamos en el delito de alto impacto, en este primer semestre, un 11.2% a la baja de un catálogo de 14 delitos. Estamos reforzando esta visión de abatir la tendencia cero, por eso estamos atendiendo al delito como se presenta en cada región con sus características y circunstancias específicas, con nuevo modelos operativos de reacción y con nuevos de inteligencia en el análisis de la estadística histórica de los delitos por zona.
¿El combate a la corrupción es prioridad?
Para ser una institución fuerte sólida y capaz de dar resultados a la ciudadanía es fundamental mejorar y para hacerlo debemos reconocer lo que está mal. Hemos sancionado a aquellos elementos de manera muy drástica que han cometido conductas irregulares y con eso conlleva responsabilidad en el tema disciplinario, pero también hemos sido drásticos con aquellos que han cometido delitos, y eso no lo ocultaremos, y lo que haremos es fincar las responsabilidades en contra de quienes, con uso de su embestidura, abusen de su poder y generen delitos.
En esta administración hemos puesto a disposición del Ministerio Público por lo menos a 29 servidores públicos y policías que han transgredido estos valores nobles del servicio público policial. Por eso, hoy somos más drásticos, por eso hoy sancionamos más, porque no queremos malos elementos, por eso buscamos que la gente denuncie.
¿Es el DF una ciudad segura?
Sí. No debemos caer en el desánimo. Debemos reconocer lo que tenemos, existen hechos que laceran a nuestra sociedad, pero estamos trabajando para que todos y cada uno de los eventos delictivos que se cometen tengan una solución, una resolución y tengan las consecuencias penales y de derecho correspondientes contra quienes cometen estas conductas.
En eso trabajamos, como una corporación fuerte y solidad en una ciudad segura, y como señala nuestro fraseo institucional: ‘La policía trabaja en defensa de la sociedad’. Hoy en día somos una policía social que piensa y trabaja para la sociedad y espera rendirle más y mejores resultados.