Los militantes del grupo extremista Estado Islámico (EI) probablemente usaron gas mostaza en contra de fuerzas kurdas en Irak esta semana, señalaron funcionarios de alto nivel de Estados Unidos al diario The Wall Street Journal (WSJ).
En una nota publicada este viernes, el diario asentó que el probable ataque es la primera indicación de que el EI tuvo ya acceso a armas químicas, que están prohibidas por el derecho internacional.
El gas mostaza pudo haber sido obtenido por el EI en Siria, cuyo gobierno admitió poseer reservas de este componente en 2013, cuando consintió en deshacerse voluntariamente de su arsenal químico.
El uso de gas mostaza puede significar un notable incremento en las capacidades del EI en el campo de batalla, además de que podría señalar que aún existen reservas de armas químicas en Siria, dominado en grandes porciones por extremistas.
De acuerdo con el Journal, esta nueva capacidad del EI “plantea nuevas preguntas acerca de la amenaza en evolución que supone el Estado Islámico y sobre la capacidad de los aliados de Estados Unidos en el terreno para combatirlo”.
Funcionarios expresaron que los aliados en el terreno (kurdos, iraquíes y fuerzas moderadas en Siria) podrían necesitar equipos y entrenamiento especializados que los ayuden a protegerse contra las armas no convencionales si es que éstas se convierten en un elemento común del combate.
El ataque en cuestión sucedió la tarde del miércoles, a unos 60 kilómetros al sur de Erbil, en el norte de Irak, aunque funcionarios de Estados Unidos ya sospechaban que el Estado Islámico podría haber accedido a reservas de gas mostaza, apuntó el diario.
De acuerdo con un vocero del Ministerio de Defensa de Alemania, unos 60 combatientes kurdos, conocidos como peshmergas, que protegían comunidades al norte de Irak, sufrieron el miércoles heridas en la gargantas consistentes con el gas mostaza mientras combatían a fuerzas del EI.
Efectos del gas mostaza
Los síntomas suelen ser picor de ojos con mucho llanto, inflamación de la piel, irritación de las membranas con mucosas, picor en la garganta, tos y estornudos. Pueden llegar a ser pérdida de vista, formación de ampollas en la piel, náuseas, vómitos, diarrea y dificultades respiratorias.