WASHINGTON. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó hoy el asesinato en México de Miguel Ángel Jiménez Blanco, un activista defensor de los derechos humanos, y pidió que se investigue el caso urgentemente para “identificar, procesar y sancionar” a los responsables.

 

En un comunicado, la CIDH expresó su “preocupación” por los sucedidos e instó a las autoridades mexicanas a actuar “de forma urgente para identificar, procesar y sancionar a los responsables materiales e intelectuales del mismo”.

 

La Comisión también pidió al Gobierno de México que adopte “las medidas necesarias” para proteger la integridad y la labor de los defensores de los derechos humanos.

 

Miguel Ángel Jiménez Blanco fue hallado muerto en un taxi colectivo el pasado 8 de agosto en el poblado de Xaltianguis, Guerrero.

 

Jiménez era integrante de la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG), fundador en 2013 de la policía comunitaria de Xaltianguis, y había estado “activamente involucrado” en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.

 

De acuerdo con la UPOEG, Jiménez había sido víctima de múltiples amenazas y seguimientos por parte de desconocidos.

 

La Comisión instó a las autoridades a seguir “todas las líneas lógicas de investigación”, incluyendo la posibilidad de que el asesinato haya estado motivado por las actividades de Miguel Ángel Jiménez Blanco como defensor de derechos humanos.