A ocho días del regreso a clases, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mide sus fuerzas para promover un boicot generalizado en todo el país; la determinación la tomará su Asamblea Nacional Representativa el sábado 22 de agosto.

 

Esta determinación dependerá de los acuerdos que se alcancen en la Asamblea Nacional Representativa que se celebrará el próximo 22 de agosto en la Ciudad de México. Ahí se reunirán los líderes de la Coordinadora en cuando menos 26 entidades del país para decidir si van o no al paro.

 

Lo importante, explicó Enrique Enriquez dirigente de la Sección 9 de la CNTE en el DF, es que no vayan solos los cuatro estados donde la disidencia tiene una presencia más consolidada (Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas), sino que el paro en realidad se extienda por todo el país para poder consolidarlo y que tenga efecto.

 

Hasta el momento son los estados de Michoacán (Sección 18) y Guerrero (Sección 14) los que ya tienen la autorización de sus bases para pronunciarse en un paro indefinido a partir del próximo 14 de agosto, según dieron a conocer el líder de la michoacana Juan José Ortega Madrigal y el guerrerense Manuel Rosas Zúñiga.

 

“Necesitamos tener la coordinación con los demás contingentes pero hasta el momento se mantiene el no inicio del ciclo escolar; pueden ser unos 60 mil trabajadores y entre unas 10 mil o 10 mil 500 escuelas. En la asamblea del día 22 va a tener definiciones muy precisas, no puede ser un contingente o dos o tres los que de manera aislada pudieran iniciar el paro. Es importantísimo que haya una articulación a nivel nacional”, señaló.

 

Durante esta semana, las diferentes regiones y secciones de la CNTE acordarán con sus bases si participan o no en el paro para boicotear el inicio de clases. La Sección 22 de la Coordinadora (Oaxaca) convocó a una asamblea el lunes para tomar esta determinación y también si sus integrantes aceptarán o no una alianza con el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).