BRASILIA. Entre ocho y nueve de cada 10 asistentes a la marcha contra la presidenta incida que la única salida es su renuncia según una encuesta divulgada por la firma Datafolha.

 

Las protestas del domingo, con cerca de 900 mil participantes en 205 ciudades de acuerdo con la prensa, fueron convocadas por grupos opositores ajenos a la política formal, pero la movilización no tuvo el mismo poder de convocatoria que las de otras dos realizadas este año, que llegaron a congregar hasta a 2.5 millones de personas en 250 ciudades.

 

“El Gobierno quiere intensificar el diálogo porque reconoce que pasamos por un momento de dificultades, que queremos superar con diálogo, pero mientras se respeten las instituciones y sin ese ambiente de intolerancia”, afirmó el ministro de Comunicación Social, Edinho Silva, en una rueda de prensa.

 

Silva señaló que las protestas del domingo fueron el principal asunto abordado por la jefa de Estado en la reunión de dos horas que tuvo con varios de sus ministros, con sus voceros en el Congreso y con los líderes de los partidos oficialistas.

 

Agregó que la mandataria considera que las manifestaciones fueron importantes y normales dentro de la democracia, y que está dispuesta a dialogar con quienes protestan contra su Gobierno pese a que las protestas del domingo movilizaron menos personas que las dos marchas similares convocadas por organizaciones sociales este año.

 

Además de protestar contra Rousseff, cuya popularidad cayó al mínimo histórico (8%), los manifestantes expresaron su malestar por la crisis económica de Brasil, prácticamente en recesión, y por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras, que ha salpicado a una veintena de empresas y medio centenar de políticos.

 

Además de una crisis política y del malestar generado por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras que ha salpicado a decenas de grandes empresas y políticos, Brasil enfrenta una grave crisis económica.

 

Según las últimas proyecciones de los analistas, la economía brasileña sufrirá una contracción de cerca del 2.0% en 2015 y del 0.15% en 2016, lo que configura una recesión, que ya es sentida por la población, que enfrenta la mayor inflación del país en los últimos doce años y una tasa creciente de desempleo.

 

12 años de cárcel a ex director de Petrobras

 

La Justicia brasileña condenó en primera instancia al exdirector del área Internacional de la petrolera estatal Petrobras, Nestor Cerveró a doce años y tres meses de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.

 

La condena es la segunda que recae en Cerveró, sentenciado el pasado mayo a cinco años de prisión también por lavado de dinero en una acción diferente del gigantesco escándalo de corrupción de Petrobras.

 

Además de Cerveró, la sentencia emitida por el juez federal Sergio Moro, que conduce el proceso en la ciudad de Curitiba, condenó con 16 años y un mes de prisión al empresario Fernando Baiano por corrupción pasiva y lavado de dinero.

 

El magistrado también condenó a catorce años de prisión por corrupción activa y lavado de dinero al ex consultor Julio Camargo, el único de los tres que no está en prisión y quien hizo un acuerdo de delación premiada con la Justicia a cambio de la reducción de su condena, que en este caso rebajaría la pena a cinco años en libertad.

 

El empresario Alberto Youssef, dueño de casas de cambio y apuntado como uno de los principales operadores de la red de corruptelas, fue absuelto por falta de pruebas en este caso específico.

 

Según el Ministerio Público Federal (fiscalía), Baiano y Cerveró recibieron cuarenta millones de dólares provenientes de sobornos entre 2006 y 2007 para intermediar la contratación de navíos sonda utilizados en la perforación petrolera de Petrobras en África y México.