El desplome del mercado bursátil chino cimbró al resto de las bolsas del mundo, pero tuvo su mayor impacto en los precios internacionales del petróleo. La cotización de la mezcla mexicana de exportación cayó 7%, para ubicarse en niveles no vistos desde 2008.
Si bien la Bolsa Mexicana de Valores llegó a perder más de 6% al inicio de sus operaciones, terminó con una baja de 1.64%, la octava más pronunciada en lo que va del año. Su principal indicador, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) concluyó en 41 mil 471.47 unidades, nivel muy similar al registrado el 5 de enero, cuando se ubicó en 41 mil 099.37 puntos y reportó su peor caída, de 4.74%.
Los temores sobre la desaceleración de la segunda economía del mundo cimbraron al mercado petrolero. El precio del barril mexicano de exportación concluyó en 33.71 dólares, un precio cercano al registrado el pasado 10 de diciembre de 2008, cuando se ubicó en 33.68 dólares.
En tanto, el dólar estadunidense llegó a cotizarse hasta en 17.57 pesos, lo que activó dos subastas, por un total de 400 millones de dólares por parte del Banxico. En la primera, a las 9 de la mañana colocó 200 millones de dólares con un precio mínimo a tipo de cambio ponderado de 17.1518 pesos.
Una hora después, a las 10 de la maña colocó una cantidad similar. Al cierre de operaciones, el dólar al mayoreo se ubicó en 17.1260, con una depreciación para el peso de 1.26% respecto al viernes.
En ventanillas bancarias el dólar se vendió en 17.46 pesos en BBVABancomer, mientras que en Banamex se ofreció en 17.43 pesos.
El lunes negro
Analistas consideraron que la abrupta caída de las bolsas en China que arrastró al resto de los mercados se debió al aumento a la aversión al riesgo por el entorno económico de esa economía, aunado a la baja en los precios internacionales del petróleo, provocando el llamado “lunes negro”.
De acuerdo con un reporte de Grupo Financiero Ve por Más (Bx+), la caída en China fue la más aguda desde 2007, ello derivado de las expectativas respecto a la salud de la economía de esa nación.
Mencionó que las medidas implementadas por el gobierno chino -como la reciente devaluación del yuan y la autorización a los fondos de pensión a invertir en los mercados de valores- no fueron suficientes para detener la salida de flujos de su economía.