A pesar de la contracción en los precios internacionales del petróleo y la volatilidad cambiaria, la economía mexicana mantiene el crecimiento y todavía está lejos de una crisis, coinciden especialistas.
La caída de los mercados financieros como la este lunes, la debilidad de la demanda interna de productos y la salida moderada de capitales son factores que afectan el potencial de desarrollo de la economía pero el país está “muy lejos de una crisis”, aseguró Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
“Una crisis es cuando se pierde el control en los indicadores económicos, vemos caídas en el PIB, pérdida de empleo y no es el caso de México, estamos muy lejos de eso”, apuntó.
Explicó que la economía mexicana tiene un crecimiento bajo, pero se mantiene en números positivos y refirió que este crecimiento se debe al fin del experimento de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) sobre una política económica que fomentara el crecimiento económico en ese país.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), coincidió en que la economía atraviesa por un momento sensible, aunque, al menos en el resto del año, no se espera ninguna crisis económica.
Explicó que aunque existen algunas variables económicas fuera de lo estimado por el gobierno federal como el precio del petróleo o el tipo de cambio, “todavía esto no llega a la economía real, por lo que no se puede hablar de una crisis de la economía en el corto plazo”.
De acuerdo con Jonathan Heat, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la volatilidad cambiaria no responde a una debilidad del peso sino a que “el dólar se ha fortalecido”, por lo que aclaró que esta depreciación es distinta a las que ocurrieron antes del año 2000.
“Estamos sobredimensionando lo que sucede, porque en el pasado, cuando el tipo de cambio se movía, se desplomaba la economía, se perdían empleos y poder adquisitivo”, recordó.
Sin embargo, mencionó que en este contexto en el que el tipo de cambio se maneja con respecto a la oferta y la demanda en el mercado, “el crecimiento económico se mantiene, la inflación está en niveles históricamente bajos, nadie está perdiendo empleos”.
“El consumidor común y corriente no ha perdido ni ganado. Incluso, en la inflación no se ha visto un traspaso del tipo de cambio a la inflación, por lo que el consumidor debería estar relativamente tranquilo”, afirmó.