América es el verdugo de los técnicos, un especialista en darle el último empujón para que sean cesados y más cuando se trata de entrenadores que dirigen equipos de los llamados “grandes”.

 

Al cuadro de Coapa se le presenta una nueva oportunidad de ocupar la guadaña, cuando este sábado visite la cancha del estadio Azul, y es que Sergio Bueno podría estar viviendo sus últimas horas en La Máquina Celeste, pues la crisis del cuadro cementero se acentuó el pasado fin de semana, tras ser goleado 4-2 ante los Gallos Blancos del Querétaro.

 

En los últimos años, América se ha “especializado” en el despido de técnicos. Mario Carrillo sufrió en carne propia un cese a manos del equipo que alguna vez hizo campeón. En el Apertura 2012, en el Olímpico Universitario, Pumas perdió 1-0 ante las Águilas. La afición explotó en contra del entrenador al grado que le arrojaron objetos. Y es que el conocido como capello se atrevió a debutar a un joven pese a la importancia del duelo.

 

No pasó mucho tiempo para que América influyera en otro despido, y fue nuevamente ante los universitarios. En el Apertura 2013, goleó 4-1 a Pumas. Fue entonces que la directiva decidió prescindir de los servicios de Antonio Torres Servín.

 

Por Chivas también pasó el verdugo americanista. En el Clausura 2014, las Águilas vapulearon 4-0 al Rebaño y, horas después, los rojiblancos se quedaron sin timón tras la decisión que tomó Jorge Vergara de separar a José Luis Real y contratar a Ricardo Antonio La Volpe.

 

Si bien es cierto que ningún técnico de Cruz Azul fue cesado tras perder ante América en torneos cortos, en campañas largas sí existe un antecedente: en 1992-93, después de 17 jornadas, Nelson Acosta perdió el trabajo tras un revés de 3-1. América podría aumentar la cantidad de víctimas este sábado en el estadio Azul.