Los despidos que se prevén al interior de Petróleos Mexicanos expondrían a los ex trabajadores a ser reclutados por el crimen organizado para participar en el robo de combustibles, debido a su conocimiento sobre la logística de la industria, advirtió el Rubén Salazar, director general de la consultora Etellekt.
“En un escenario inicial, tenemos un riesgo muy importante de a dónde podrían llegar a parar todos los trabajadores que son despedidos, pues son trabajadores que cuentan con un know how que no es fácil de encontrar, aunque las empresas energéticas extranjeras podrán contratar a algunos trabajadores por la experiencia que tienen, pero no alcanzaría para todos”, alertó el directivo.
Entre los problemas que tendrían los eventuales ex trabajadores de Pemex para volver a las filas del empleo es que el ramo de su especialidad, es decir, el petrolero y sus derivados, no cuenta con una demanda alta en el país, comentó Rubén Salazar.
Esta falta de ofertas, refirió, podría desembocar en que los ex empleados de la petrolera que no obtengan nuevas oportunidades en el sector, sean captados por el crimen organizado.
En entrevista, el directivo calculó que Pemex podría despedir hasta 15% de sus empleados una vez que se concluyan las negociaciones del contrato colectivo de trabajo entre la empresa y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
De acuerdo con datos oficiales, al cierre de 2014, la plantilla de Pemex contabilizó a 150 mil 924 empleados, por lo que en el peor escenario la petrolera despediría a poco más de 22 mil 600 trabajadores.
En febrero pasado, el propio titular de Pemex, Emilio Lozoya Austin, anunció que debido al recorte presupuestal aplicado a la empresa por 62 mil millones de pesos, sería necesario prescindir de algunos trabajadores.
El informe Situación actual y perspectivas sobre el robo de hidrocarburos en México, elaborado por Etellekt, señala que uno de los factores que permite que el robo de combustibles en el país sea tan alto es que los grupos delincuenciales tienen una alta capacidad para extorsionar al personal de Pemex y otras empresas contratistas, así como su capacidad de reclutamiento a los empleados de la petrolera que se queden sin trabajo.
El estudio advierte que si bien el robo de combustibles es un problema que tiene muchas causas, el avance de este delito no sería posible sin la información privilegiada que conocen los empleados de la petrolera.
Además, el reporte señaló que incluso existen trabajadores en activo que sufren extorsiones de organizaciones delincuenciales para “obtener información privilegiada sobre la ubicación de ductos, rutas de transportación, distribución y puntos de entrega de combustibles y ubicación de plataformas de almacenamiento que son de vital importancia para sus actividades relacionadas con el robo de combustibles”.