Con la captura o muerte de los principales líderes y jefes de los principales cárteles en México, las derivaciones escisiones detonadas por pugnas internas de las estructuras criminales han modificado el llamado mapa del narcotráfico, dando lugar a la operación de al menos 48 grupos derivados de las organizaciones delictivas.
Con base en un informe de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la operación de las diversas células criminales a nivel nacional en los últimos tres años, son cerca de 50 divisiones, muchas de ellas antagónicas entre sí, pese a formar parte de la misma estructura, las que se disputan territorialmente el control del trasiego de drogas, armas, así como la comisión de otros delitos como secuestro y extorsión.
Entre los cárteles con más derivaciones o escisiones (estas últimas a causa de la disputa por asumir el liderazgo de la organización tras la inhabilitación de sus principales líderes), se ubican el cártel del Golfo, Los Zetas y el cártel del Pacífico antes cártel de Sinaloa, con un registro de 12, nueve y ocho subgrupos que actualmente están vigentes.
Aunque, la dependencia federal no tiene identificadas células delictivas al servicio del cártel Jalisco Nueva Generación ni de Los Caballeros Templarios, la mayoría de los otros cárteles cuentan con al menos dos divisiones al interior de sus filas. Siendo los estados de Tamaulipas, Sinaloa, Guerrero, México, Michoacán y Jalisco los de mayor disputa entre los grupos y subgrupos criminales.
Tamaulipas, Guerrero y Michoacán son las entidades donde actualmente hay intervenciones del gobierno federal como consecuencia de las altas incidencias delictivas que registran, así como los hechos de violencia derivados de esa disputa entre grupos criminales.
En el caso tamaulipeco, la pelea interna que sostienen los grupos del Cártel del Golfo (DCG) identificados como Los Metros, Los Rojos, Pelones, Los Fresitas y Los Ciclones, principalmente, se ha visto reflejada en el aumento de enfrentamientos entre sí, así como ataques contra las fuerzas de seguridad. De enero de 2014 a julio de este año, la entidad acumula más de mil 400 homicidios dolosos.
Reynosa, Tampico, Matamoros, Valle Hermoso y Nuevo Laredo, El Mante, Ciudad Madero, y Ciudad Mier son los principales municipios que los grupos del CDG se disputa territorialmente entre sus células, así como con las células desprendidas de Los Zetas, como son El Comando Zetas, Grupo Delta y Fuerzas Especiales Zetas.
De brazo armado, a cártel
Muchos de los que se desempeñaban como subgrupos operativos o brazos armados de los cárteles actualmente se han consolidado como organizaciones criminales independientes a sus estructuras de origen.
Tal es el caso del cártel Independiente de Acapulco (CIDA), Los Rojos, y Los Ardillos, escisiones derivadas de la Organización de los Beltrán Leyva, los Guerreros Unidos, que salieron de la Familia Michoacana, o el cártel del Poniente o de La Laguna, separado de las filas del cártel del Pacífico.
Entre estas conformaciones, información de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) identifica la consolidación de al menos siete grupos, entre los cuales se ubica a La Oficina, derivados de los Beltrán Leyva, con presencia principalmente en Baja California Sur y Aguascalientes.
Así como la organización del Chapo Isidro, fracción del cártel del Pacífico cuyo nombre debe a su líder Fausto Isidro Meza Flores, alías El Chapo Isidro, quien es identificado por las autoridades de Estados Unidos como uno de los principales traficantes de mariguana y drogas sintéticas.
Y el autodenominado Cártel del Estado, con mayor presencia en el centro del país, el estado de México particularmente, y cuyas filas se habrían visto engrosadas por las divisiones de la Familia.
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