SANTO DOMINGO. Las lluvias y fuertes vientos de la tormenta Erika provocaron el viernes inundaciones en República Dominicana, donde más de 7,300 personas fueron evacuadas luego de que el fenómeno dejara una estela de destrucción y 20 muertos en la isla de Dominica.

 

Juan Manuel Méndez, director del centro de operaciones de emergencias de República Dominicana, detalló en conferencia de prensa que 823 viviendas fueron afectadas por las inundaciones en diferentes partes del país y tres quedaron completamente destruidas.

 

“Sólo vimos cómo volaban” los techos de zinc de las casas, dijo Altagracia Santana, de 27 años y madre de tres hijos, por vía telefónica a The Associated Press. Santana reside en un barrio marginal de la provincia San Cristóbal, 30 kilómetros al oeste de la capital.

 

Méndez indicó que, debido a las inundaciones, tres pequeñas localidades rurales de San Cristóbal estaban incomunicadas.

 

El centro de la tormenta ingresó la tarde del viernes a través de la provincia Barahona a la isla La Hispaniola, que comparten Haití y República Dominicana.

 

La mayoría de los más de 7.350 evacuados fueron ubicados en casas de familiares y amigos en zonas de menor riesgo. Méndez destacó que todo el país permanece en alerta máxima, ya que las lluvias continuarán durante el sábado.

 

“El mayor peligro es la gran cantidad de lluvias”, consideró Gloria Ceballos, directora de la oficina dominicana de meteorología. Detalló que, aunque existe posibilidad de que la tormenta se degrade el sábado a depresión tropical, el campo nuboso que cubre gran parte de la isla provocará que los aguaceros se prolonguen durante el sábado y dejen lluvias acumuladas de entre cinco y 20 centímetros.

 

Los organismos de socorro de República Dominicana mantenían la alerta en todo el país ante posibles inundaciones, mientras que las clases escolares fueron suspendidas y el gobierno ordenó cerrar las actividades laborales al mediodía para que la población permaneciera en su casas durante el paso del fenómeno.

 

La tormenta se ha desplazado durante todo el viernes al sur de la costa meridional dominicana, provocando precipitaciones y fuertes vientos en las localidades costeras, incluida la capital, donde algunos árboles, postes de energía eléctrica y anuncios publicitarios se derrumbaron sobre las avenidas sin provocar daños significativos.