SANÁ. Al menos 40 civiles murieron hoy en esta capital y la norteña provincia de Hajjah por los bombardeos aéreos de la Coalición Árabe, liderada por Arabia Saudita, contra presuntos refugios de los rebeldes houthi en Yemen.

 

Aviones de guerra de una coalición atacaron una planta embotelladora de agua mineral del distrito de Abs, en la provincia de Hajjah, provocando la muerte de al menos 36 de los empleados, denunciaron residentes en declaraciones a la prensa local.

 

De acuerdo con las fuentes, decenas de personas más resultaron heridas por los 15 bombardeos que la coalición lanzó contra la planta embotelladora, presuntamente utilizada por los rebeldes yemenitas para la fabricación de bombas.

 

El portavoz de la coalición, general brigadier Ahmed Asseri, negó que el ataque lanzado en Hajjah haya alcanzado un objetivo civil y aseguró que la fábrica era un lugar utilizado por los rebeldes para hacer artefactos explosivos improvisados y como centro de entrenamiento.

 

Arabia Saudita y sus aliados, que desde marzo pasado luchan contra la milicia chiíta para restablecer al presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi, también llevó a cabo un ataque aéreo sobre el sur de Saná, donde al menos cuatro civiles murieron.

 

Habitantes indicaron que una de las bombas lanzadas por la coalición alcanzó una casa, ubicada cerca de una base militar en el sur de la ciudad, donde se encontraban las víctimas, según un reporte de la cadena árabe Al Bawaba.

 

La coalición también realizó 12 ataques aéreos en el distrito de Baqim, en la provincia de Saada, donde al menos un civil resultó herido y seis bombardeos más en la provincia de Talh, aunque por ahora no ha habido ningún informe sobre víctimas fatales o heridos.

 

El viernes pasado, los ataques árabes provocaron la muerte de al menos 65 personas en la ciudad de Taiz, la mayoría de ellos civiles, mientras que esta mañana una bomba estalló cerca de la embajada de Estados Unidos, sin que dejara muertos o heridos.

 

Pese a que hasta esta tarde nadie se ha responsabilizado del bombazo, residentes aseguran que fue obra de la red Al Qaeda en la Península Arábiga, la rama más mortífera de la organización, que desde hace varios años ha realizado atentados similares.

 

La República de Yemen ha permanecido sumergida en el caos desde hace casi un año, cuando rebeldes houthi invadieron Saná, obligando al presidente Hadi a refugiarse en Aden, a fines de marzo pasado, cuando ante el avance rebelde huyó a Arabia Saudita.

 

Según estimaciones de las Naciones Unidas (ONU), al menos cuatro mil 300 personas han muerto en Yemen desde que comenzó el conflicto armado, mientras que 21 millones están en necesidad de ayuda humanitaria urgente.