Diversas universidades que integran el Centro Mexicano de Innovación en Energía Solar (Cemie-Sol), desarrollan sistemas de enfriamiento operados con energía solar, los cuales podrían ser una alternativa para evitar el uso de la electricidad y cuidar el medio ambiente.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y el Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq), trabajan en el proyecto.
En una entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador de la UNAM, Roberto Best y Brown, explicó que elaboran los componentes básicos de un refrigerador como el compresor, condensador y evaporador, encargados de realizar la función de enfriar.
A pesar de los avances en el desarrollo de sistemas más eficientes, los compresores de los refrigeradores y el aire acondicionado convencionales consumen una importante cantidad de energía eléctrica y utilizan gases que dañan la capa de ozono, indicó Best y Brown.
“Nuestro trabajo es diseñar un refrigerador o aire acondicionado térmico que consuma la tercera parte de la energía utilizada en un sistema convencional. En los sistemas que realizamos, el refrigerante (el cual puede ser agua o amoniaco) que sale del evaporador lo mezclamos en un intercambiador de calor y formamos una solución”, explicó.
“Para regenerar esta solución se utiliza una bomba para mover los líquidos y evitar comprimir vapores, esto resulta más eficiente en cuanto al consumo de energía. Tendremos una fuente térmica que a través de calor generado en un captador solar regenera el refrigerante”, agregó.
El proyecto inició en 2013 y se espera que el prototipo comercial esté listo en 2018, en la actualidad las investigaciones se encuentran en la fase final de la primera de tres etapas, la cual consiste en el montaje de un banco de pruebas.
Best y Brown mencionó que en un laboratorio se analizarán los componentes que diseñaron, los probarán en el banco de pruebas que contará con toda la instrumentación y servicios de fuentes térmicas y frías controladas para una evaluación completa.
“La siguiente fase es montar el sistema y probarlo bajo condiciones controladas para luego operarlo con energía solar. La tercera será el diseño y el montaje demostrativo de un sistema térmico de aire acondicionado o refrigeración operados con energía solar a empresas interesadas”, dijo.
El investigador resaltó la importancia de contar con un producto nacional, pues sistemas semejantes se desarrollan en Europa y Estados Unidos pero resultan costosos, además su reparación representa un gasto elevado.
“La meta es desarrollar un sistema de enfriamiento de diseño innovador que pueda comercializarse en México”, destacó.