Reporteros sin Fronteras (RSF) reclamó hoy a Turquía la liberación “inmediata” de los tres colaboradores del medio estadounidense “Vice News”, dos británicos y un iraquí, detenidos e interrogados por sus supuestos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en el país.

 

En un comunicado, RSF también exigió la anulación de las acusaciones de terrorismo que pesan sobre ellos y señaló que, “una vez más, las autoridades turcas utilizan la legislación antiterrorista para hacer callar a periodistas que investigan sobre temas que molestan”.

 

Los detenidos son los periodistas británicos Jake Hanrahan y Philip Pendlebury, así como su intérprete iraquí -del que no se ha querido divulgar el nombre para protegerlo-, que fueron arrestados el 27 de agosto en Diyarbakir, ciudad del sureste de Turquía en una región con una amplia población kurda.

 

Después de que se les requisara su material y de que se registraran sus habitaciones de hotel, un tribunal decretó ayer su ingreso en prisión, según su abogado con la imputación de terrorismo.

 

Reporteros hizo notar que, mientras es “corriente” la detención provisional de periodistas turcos con “acusaciones mal fundadas”, eso resulta “extremadamente raro” para los extranjeros, que por lo general suelen quedar en libertad condicional tras finalizar el periodo de arresto o, “en el peor de los casos” son expulsados.

 

De hecho, señaló que el último periodista extranjero encarcelado en Turquía fue el italiano Dino Frisullo, que pasó varios meses en prisión en 1998.

 

Por eso el responsable para Europa oriental y Asia central de RSF, Johann Bihr, consideró que con este caso las autoridades turcas “superan un nuevo listón en su menosprecio de la libertad de prensa” y prueban el “carácter liberticida de la legislación antiterrorista”.

 

Reporteros sin Fronteras criticó que, desde que a fines de julio Ankara lanzó una “guerra contra el terrorismo” que de hecho se dirige “esencialmente contra el PKK”, las violaciones de la libertad de información “se multiplican” y el proceso de paz con los rebeldes kurdos “ha saltado por los aires”.

 

Turquía ocupa el puesto 149 de 180 países en su clasificación mundial de la libertad de prensa de este año.