BAGDAD. Hombres enmascarados vestidos con uniformes militares secuestraron a 18 empleados de una empresa de construcción de Ankara, en Turquía, en Bagdad a primera hora del miércoles, sacándolos de la zona en varios todoterrenos, según funcionarios iraquíes y turcos.
Los 18 son empleados de Nurol Insaat, una empresa turca contratada para construir un complejo deportivo en el distrito chií de Sadr City. Los secuestradores irrumpieron en lugar de las obras, donde los operarios dormían en caravanas, derribando puertas y desarmando a los guardias antes de tomar a los rehenes.
Funcionarios iraquíes dijeron que entre los secuestrados había también ciudadanos iraquíes.
El portavoz del Ministerio de Exteriores turco, Tanju Bilgic, dijo que entre los retenidos hay 14 obreros, tres ingenieros y un contable.
Los secuestradores actuaron directamente contra los turcos, seleccionándolos de entre el resto, y dejaron atrás a operarios de otras nacionalidades. No hubo reportes de violencia.
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El viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, confirmó el secuestro y dijo que Ankara estaba en contacto directo con autoridades en Irak. “Por el momento, las autoridades iraquíes no tienen información sobre cómo ocurrió el incidente o quién los capturó”, dijo a reporteros.
En Bagdad, el portavoz del Ministerio de Interior, Saad Maan, dijo a la Associated Press que las autoridades estaban investigando el incidente y que fuerzas de seguridad recibieron el encargo de encontrar a los secuestradores.
Ni la identidad ni los motivos de los secuestradores se conocieron de inmediato.
Imágenes grabadas por Associated Press en el lugar de los hechos horas después del secuestro muestra que el complejo deportivo está casi terminado. Un cartel en el exterior explica que en las instalaciones hay un estadio de futbol con capacidad para 30 mil personas, una pista e instalaciones de atletismo y un hotel con 50 habituaciones.
Turquía comenzó hace poco ataques aéreos contra el grupo extremista Estado Islámico en el norte de Irak, y permite que aviones de guerra estadounidenses empleen sus bases en el sur del país en su campaña contra la milicia radical