La delincuencia organizada ha estado infiltrada en Petróleos Mexicanos en los últimos años sin la empresa productiva del Estado haya logrado detectar a tiempo a los empleados que son narcos, secuestradores, extorsionadores u homicidas.
De 2006 a julio de 2015, 189 petroleros han sido detenidos, mientras que 136 empleados y 12 ex empleados fueron relacionados con robo de combustible, de acuerdo con las estadísticas entregadas en solicitud de información.
Prueba de ello es que entre los empleados capturados por otros ilícitos, de 2006 a la fecha, destacan presuntos integrantes de Los Zetas, secuestradores y homicidas.
Raúl Rubén Pérez Mijangos, trabajador petrolero, fue identificado como uno de los presuntos narcotraficantes recluidos en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, que protestaron en 2013 por reducción de la visita íntima y familiar.
Otro caso fue el de Julio César Junco Álvarez, alias El Junco, trabajador de Pemex cuando fue acusado por una cómplice de asesinar a puñaladas a Mirna Guadalupe Cázares en un bar. Los hechos ocurrieron en Ciudad del Carmen, Campeche, en septiembre de 2012.
A Juan Antonio Olvera Gutiérrez, alias El Raro, lo detuvieron agentes federales en Ciudad Madero, Tamaulipas, en noviembre de 2009. Fue señalado por pertenecer a una célula de Los Zetas, ligada a siete plagios y extorsión de notarías públicas.
El petrolero, Gustavo Balderas Sosa, fue capturado en el municipio de Tlalnepantla por la Procuraduría de Justicia mexiquense, en mayo de 2008, durante un operativo en el que fue rescatado un hombre secuestrado. A Balderas Sosa y su banda se le relacionó con al menos 10 secuestros en la zona de Satélite.
Otro que estaba en la nómina de Pemex es Julián Pérez Fuentes, detenido en 2008 en Villahermosa, Tabasco, acusado de colaborar con Los Zetas y participar en el intento de homicidio del subdirector de la Policía municipal de Paraíso.
Entre los otros delitos que han cometido los empleados de la empresa productiva del Estado destacan la falsificación de credenciales, fraude por venta de plaza, posesión de droga, agresión con arma de fuego, atentado, portación de armas de fuego, amenaza de explosivos y robo.
Se buscó la posición sobre estos hechos del Sindicato Petrolero, pero no hubo respuesta porque los principales funcionarios están en las negociaciones por la revisión del Contrato Colectivo.