Las grandes trayectorias no se hacen con los nombres, se hacen persiguiendo sueños, con pasión y sobre todo, sin perder jamás el apetito, dijo Al Pacino.
En una charla con Larry King, durante el foro México Siglo XXI, organizado por Fundación Telmex en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, en la que sobró pasión y entrega por parte del ganador del Óscar y el Tony, recordó que desde su juventud los escenarios lo llamaron para ser parte de ellos.
“Cuando era muy joven mi mamá me llevó al cine. Ella trabajaba, y cuando regresaba de trabajar me llevaba al cine y así empecé a relacionarme con la actuación desde que era muy joven”, rememoró.
Y es que, según contó en la entrevista que le hizo el periodista estadunidense, vivir en el Bronx, en Nueva York, en un entorno peligroso y de pobreza lo orilló a representar los papeles que veía en el cine para sus abuelos, quienes lo cuidaban mientras su madre trabajaba.
“Yo actuaba todos los diferentes papeles que veía en las películas. Empecé a actuar en todas las obras de la escuela y la actuación salvó mi vida, porque todos mis amigos más cercanos murieron por drogas y mi vida fue una vida que se protegió a través de la actuación”, señaló.
Para el actor, la clave para el éxito es no perder el apetito, pues permite seguir creciendo y aprendiendo. “El apetito es la razón por la cual estamos aquí, es lo que nos permite sobrevivir”, comentó al recordar una etapa de su juventud en la que vivía en el teatro en el que actuaba. “No recuerdo una época más feliz en mi vida”, remató Al Pacino.
Su recomendación principal para los asistentes fue no rendirse y seguir por el camino que van, sin importar que no tengan un nombre. “No quieras ser como alguien más, porque Al Pacino ya existía antes de la fama”, por lo que los invitó a luchar para crear su propio nombre y camino.
Y como las grandes carreras no se hacen sin cometer errores, el actor reconoció que pudo participar en Star Wars la saga de George Lucas, como Han Solo, el papel que interpretars Harrison Ford.
Mencionó que rechazó el esta parte en la película “porque no entendí el guión”, pero a pesar de los “muchos errores” que tuvo en su carrera, no se arrepiente de nada.
Durante la charla, varias veces se levantó como si tuviera un resorte y deleitó a la audiencia con fragmentos de obras de Shakespeare, así como un extracto de la obra The Iceman Cometh, escrita por Eugene O’Neill.