Las pruebas dinámicas para comprobar la correcta interacción de los trenes y las vías del viaducto elevado de la Línea 12 del Metro concluyeron de manera satisfactoria este fin de semana, informó la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) de la Ciudad de México.
El titular de la dependencia, Edgar Tungüí Rodríguez, y el director general del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Jorge Gaviño Ambriz, supervisaron las últimas maniobras en las que el convoy modificado recorrió el tramo de las estaciones Nopalera a Zapotitlán, y reconocieron la zona de la vía en la que se colocó la instrumentación.
Las pruebas permitieron calcular los esfuerzos, vibraciones, desplazamientos, ángulos de ataque; además, en uno de los vagones se observó el comportamiento rueda-riel gracias a las cámaras de video colocadas en el primer carro del tren.
Estas examinaciones darán la oportunidad de hacer un comparativo con el diagnóstico obtenido el año pasado, previo al desarrollo del proyecto ejecutivo para la rehabilitación del tramo Tláhuac-Atlalilco.
En el intertramo de ensayos se encuentran las curvas 10, 11 y 12; las últimas dos son las que presentaron mayores problemas de desgaste ondulatorio derivado de la incompatibilidad rueda-riel y sus radios de solo 200 metros.
A lo largo de mil 25 metros, la SOBSE colocó todos los nuevos insumos (riel, fijaciones, durmientes y balasto) que cumplen con las especificaciones necesarias para garantizar una operación segura del corredor de transporte.
La serie de pruebas se efectuó con diversas configuraciones y a diferentes velocidades para evaluar el comportamiento del material rodante (tren) y la vía modificados. Se hicieron recorridos del tren sin engrasado, con engrasado de riel, engrasado de llanta y con un líquido a base agua que permitió calcular el coeficiente de fricción de la vía. Asimismo, se llevaron a cabo pruebas de frenado.
Con cada una de las configuraciones se realizaron hasta cuatro traslados en velocidades de: 30, 40, 50, 57 y 60 kilómetros por hora.
Para poder obtener las mediciones de las condiciones de circulación de los trenes y el esfuerzo que ejerce sobre la instalación fija, se colocaron diversos equipos tanto en vía como a bordo del convoy, entre ellos destacan: captores de esfuerzos longitudinales, medidores transversales y de rotación; acelerómetros, giroscopios, sensores láser, medidores de torsión y cámaras de video.
La información de cada una de las pruebas será obtenida 24 horas después de concluidas; no obstante, los resultados serán entregados el mes próximo ya que se hará el análisis de todos los datos duros arrojados durante las tres jornadas de exámenes.
Se destaca que en dos de los siete vagones se colocaron garrafones llenos de agua para simular el peso de al menos 150 personas en cada uno de ellos. En esos mismos carros se montaron algunos sensores y se restringió el viaje del personal para evitar afectar los ensayos.
Es importante mencionar que esta serie de pruebas permitirán confirmar que cada una de las acciones emprendidas durante la rehabilitación son las adecuadas; con esto se avalará, de primera instancia, la operación segura de la Línea 12 y un viaje confortable a los más de 430 mil usuarios del ramal de transporte.
La conclusión de estas pruebas da certeza de que el tramo sin servicio de la Línea 12 quedará listo para noviembre próximo, cuando la SOBSE finalice las obras de rehabilitación.