Los principales acontecimientos del viaje de las siete tribus nahuas-chichimecas desde la mítica Aztlan hasta llegar al Valle de México, podrán ser ahora consultados en la edición digital del Códice Boturini.
Presentada en el Museo Nacional de Antropología (MNA), la innovadora edición ofrece una nueva forma de acercarnos a los documentos históricos, haciendo uso de los dispositivos móviles para interactuar directamente con la reproducción facsimilar.
La edición de este manuscrito original del siglo XVI y que se resguarda en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, combina la tecnología digital con los procesos de producción artesanal, para permitir un acercamiento inédito a uno de los documentos fundacionales de la historia de este país.
Además de su contenido, entre el mito y la historia, la factura impecable y el trazo nítido de las imágenes de este lienzo de papel amate de 5.42 metros de largo y 20 centímetros de ancho, lo hacen uno de los documentos más representativos de la identidad de los mexicanos.
La nueva edición digital está constituida por dos componentes: el primero es una edición facsimilar impresa en papel amate, realizado en la forma tradicional por artesanos de San Pablito, Pahuatlán, en el estado de Puebla, con tintas orgánicas que garantizan 200 años de durabilidad.
Para la elaboración de la reproducción se mandaron a hacer lienzos de 1.20 x 5.45 metros y se utilizó la corteza del árbol de jonote, con el cual se obtiene fibra de mejor calidad y acabado.
Para su tratamiento se utilizó la técnica ancestral de ablandamiento con ceniza, proceso que respeta las gamas de tonalidades naturales del jonote, libre de corrosivos y contaminantes como la sosa cáustica.
El segundo componente de la edición es una aplicación digital desarrollada para iPad e iPhone, que en los próximos días estará disponible en una versión “web” y para dispositivos Android. En todos los casos de manera gratuita.
Las características materiales del Códice Boturini lo hacen óptimo para representarlo en medios digitales. Su continuidad lineal (de izquierda a derecha) se navega con naturalidad a través de la aplicación. Además, la alta calidad de las imágenes permite un acercamiento a detalle de las particularidades materiales del códice.
La edición utiliza la tecnología de realidad aumentada para poder interactuar con la versión facsimilar de una forma hasta ahora inexplorada.
Junto con las virtudes naturales de este tipo de tecnología para ampliar la dimensión y el contenido del manuscrito, su uso establece una interesante analogía con la forma interactiva en la que se leían los códices mexicanos.
Por otro lado, el uso del Sistema de Información Geográfica (SIG) permite una comprensión más amplia de la dimensión geográfica que se plasma en el códice.
La edición digital ofrece también una narración oral sobre el trayecto representado en el códice; lo cual permitirá que el lector comprenda el contenido en diferentes niveles semánticos, en una recreación hipotética de cómo pudo haber sido la narración original que acompañaba la lectura de estos documentos en tiempos prehispánicos.
Además, la edición contiene estudios y bibliografía que amplían el conocimiento del manuscrito. De igual forma, el doctor Patrick Johansson expone una recreación hipotética (teórica y gráfica) de la parte final del Códice Boturini.