En una semana llegará a México Essa Hassan, estudiante sirio quien tuvo que exiliarse de su país para evitar que el gobierno de Bashar al-Assad lo enrolara en el ejército y lo convirtiera en parte de la guerra civil que desde hace dos años azota a Siria.
Essa Hassan tiene 26 años y es el primer joven que logrará llegar a nuestro país como parte del Proyecto Habesha, una iniciativa de la organización no gubernamental Dima que busca traer a 30 estudiantes de entre 18 y 26 años que actualmente se encuentran internos en campos de refugiados en Jordania.
“Un día estaban en su casa escuchando los bombardeos y al día siguiente habían sido trasladados a un refugio con toda su familia. Salieron de sus casas con una maleta y dejaron atrás su vida, todo”, dijo Luis Antonio Sámano, vocero del proyecto Habesha.
“Nosotros queremos intentar recomponer sus proyectos de vida y que después regresen a su país para reconstruirlo”.
En una acepción al castellano, el término árabe “habesha” significa “Camino de esperanza”. El objetivo del proyecto que impulsan jóvenes activistas mexicanos es lograr que estos jóvenes sirios afectados por la guerra retomen sus planes de vida, continúen estudiando y cuando el conflicto armado termine, puedan regresar a su país y ayudar a reconstruirlo.
Sueños de un sirio
Reconstruir Siria es el deseo de Essa Hassan. Este estudiante de Ingeniería Social nació en Marzaf, una pequeña localidad al noroeste de la ciudad de Hama. En 2011, el año en que su país entró en una guerra civil para derrocar al gobierno de Bashar al-Assad, Essa huyó pues temía que el ejército lo reclutara y lo obligara a participar en la guerra para cumplir con su servicio militar.
Salió en abril de 2012, dos meses antes de que se venciera su pasaporte. Llevaba 450 dólares y sus libros favoritos. Logró llegar a Roma, Italia, donde ha trabajado como mesero y en otros empleos informales para poder mantenerse.
Ha vivido en Italia, Líbano y Turquía y próximamente llegará a México donde Dima ya le consiguió una beca completa para estudiar en la Universidad Panamericana de Aguascalientes, donde buscará prepararse y volver a su país cuando termine el conflicto armado.
Atrás quedó su familia pero hasta que la guerra no haya llegado a su fin no podrá regresar, porque entonces sí tendría que enrolarse en el ejército.