WASHINGTON. El republicano Rick Perry, ex gobernador de Texas, se convirtió hoy en el primer precandidato presidencial de Estados Unidos en abandonar la carrera hacia la Casa Blanca, según anunció el mismo en un discurso en San Luis (Misuri).
“Comparto esta noticia sin remordimientos. Ha sido un privilegio y un honor viajar por este país, para hablar con el pueblo estadunidense acerca de sus esperanzas y sueños, para ver que una sensación de optimismo prevalece a pesar de una época de políticas cínicas”, afirmó el ya excandidato.
Perry es el primer candidato presidencial republicano en tirar la toalla, en una tremenda lucha dentro de su partido, donde se presentaron hasta 17 aspirantes -incluido él- y entre los que apenas contaba con una intención de voto del 0.8 %, según el sitio web especializado RealClearPolitics.
“Tenemos un gran equipo, el mejor de una generación, por lo que me echo a un lado y dejo a nuestro partido en buenas manos”, consideró el ex gobernador, al insistir en que el candidato republicano a la Casa Blanca debe, por encima de todo, encarnar los principios conservadores más allá de los valores personales.
Además, Perry se refirió de soslayo al actual favorito entre los republicanos para la candidatura, el magnate Donald Trump, y aseguró, aunque sin citar su nombre, que “degradar a la comunidad de herencia hispana, no es solo ignorante, sino que traiciona el ejemplo de Cristo”.
El mes pasado, medios estadunidenses revelaron que Perry no había logrado conseguir suficientes fondos para su campaña y el presidente de la misma, Sam Clovis, dejó el cargo a finales de agosto, para trabajar en la del propio Trump.
Perry, que también fue precandidato a la Casa Blanca en 2012, no fue capaz de volver a montar la estructura política y financiera que entonces le llevó incluso, durante un tiempo, a liderar las encuestas republicanas.
De momento, Trump lidera los sondeos de intención de voto entre los candidatos a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2016.