MÚNICH. Adoptando su papel de defensor de los necesitados, Alemania dio la bienvenida el sábado al menos a 10 mil buscadores de asilo más.
Mientras los funcionarios trabajaban para proporcionar a todos un techo firme sobre sus rendidas cabezas, un estadio de fútbol lleno ovacionaba a algunos de los más pequeños recién llegados, quienes ingresaron a la cancha tomados de la mano de jugadores profesionales de primer nivel.
Alemania ha acogido en la última semana más de 40 mil personas que huyen de la guerra y la pobreza en Medio Oriente, Asia y África, y una encuesta ha sugerido que existe un amplio apoyo hacia la medida del gobierno.
No obstante, el vicecanciller Sigmar Gabriel dijo que el acelerado ritmo de llegadas estaba superando la capacidad de Alemania para proporcionar vivienda de emergencia. Señaló que Alemania necesita que sus socios de la Unión Europea acepten el lunes en una reunión en Bruselas albergar a algunos de los migrantes recién llegados. Varias naciones del este de Europa han insistido en que no aceptarán ninguna cuota de la UE para aceptar buscadores de asilo.
“Debido a la velocidad en que una gran cantidad de personas está llegando, Alemania se aproxima a una situación en que estamos llegando a nuestros límites”, dijo Gabriel.
Trabajadores de asistencia a la cabeza de la organización dijeron que Alemania estaba determinada a enfrentar el reto y proporcionar un recibimiento tan afectuoso como sea posible. Jugadores del club de fútbol más grande del país, el Bayern Munich, salieron el sábado a la cancha tomados de la mano cada uno con un niño migrante recién llegado al país. Alrededor de 75 mil aficionados expresaron con fuerza su aprobación mientras muchos de los niños los saludaban agitando su mano tímidamente.
“Munich está haciendo lo correcto; tenemos que ayudarlos”, dijo Johann Hoerterer, un conductor de autobús que esperaba en la estación ferroviaria central de la ciudad para transportar a los recién llegados a albergues para refugiados a través de Bavaria.
“Es una experiencia positiva para mí. No es divertido para nadie, pero ellos han huido de la guerra y bombas. Si fuera yo, haría lo mismo: Marcharme a un lugar seguro”, comentó Hoerterer, de pie frente a una nueva fila de tiendas de campaña en la estación donde se proporciona atención médica, comida, ropa y otro tipo de apoyo a los migrantes.
“Pero esta gente necesita ser acogida por Europa completa, no sólo aquí en Alemania”, agregó.
Aproximadamente 450 mil migrantes han llegado a Alemania este año. El país está esperando al menos 800.000 en 2015, por mucho la mayor cantidad en la Unión Europea de 28 naciones.
La canciller Angela Merkel está enfrentando algunas críticas del partido gobernante de Bavaria, Unión Social Cristiana, partido hermano del conservador partido Demócratas Cristianos de Merkel.
Horst Seehofer, gobernador de Bavaria y líder de la Unión Social Cristiana, fue citado por el semanario Der Spiegel diciendo que la decisión del 5 de septiembre de Alemania de abrir sus fronteras a migrantes varados en Hungría “fue un error que nos tendrá ocupados durante mucho tiempo”. Seehofer declaró que no ve la posibilidad de “colocar de nuevo la tapa en la botella”.
Merkel respondió el sábado que su gobierno de coalición “tomó la semana pasada una decisión en una situación de emergencia… y estoy convencida que fue la correcta”.