El embajador de México en Egipto, Jorge Alvarez Fuentes, informó que dos de los mexicanos muertos en Egipto por un ataque de las fuerzas de seguridad contra un grupo de turistas fueron identificados como Luis Barajas Fernández y María de Lourdes Fernández Rubio.
La identidad de un tercer ciudadano mexicano, Rafael Bejarano, fue confirmada por su hermana, quien dijo que fue informada de su muerte por sus compañeros de viaje.
Dado que el diplomático había informado de seis heridos, aún se desconoce el destino de al menos cinco personas más. Los reportes varían sobre el tamaño del grupo de turistas, que sería de entre 14 y 15.
El diplomático señaló que se trabaja para localizar a quienes se señala como desaparecidos.
“Habían hecho una parada para descansar y comer y seguir su camino hacia uno de los oasis y según describieron ellos fueron atacados por vía aérea”, dijo el embajador Jorge Alvarez Fuentes en declaraciones a Radio Fórmula.
Confirmó que el grupo de turistas estaba compuesto por 14 personas. Junto a los dos muertos confirmados por la cancillería mexicana, Luis Barajas Fernández y María de Lourdes Fernández Rubio, un tercer fallecido fue identificado por su hermana como Rafael Bejarano, un músico de 41 años y podría ser una de las seis personas que las autoridades no han identificado aún.
Gabriela Bejarano dijo el lunes a periodistas de Guadalajara que amigos les notificaron que entre las víctimas estaba su hermano Rafael y que resultó herida su madre, Marisela, que también iba en el grupo de turistas.
Los heridos confirmados por el diplomático son Marisela Rangel Dávalos, Colette Gaxiola Insunza, Susana Calderón Gallegos, Patricia Velarde Calderón, Juan Pablo García Chávez y una sexta persona cuyo apellido no fue identificado con claridad por el embajador. Todos están en un hospital de la capital egipcia.
Gabriela Bejarano describió a su hermano como un “chamán”, músico y “hombre de paz” que por mucho tiempo apoyó a grupos indígenas huicholes de México, a quienes incluso había donado parte de las ganancias que recibía de algunos conciertos.
Las autoridades egipcias afirmaron en un primer momento que el grupo de turistas no tenía permiso para estar en el área cuando un operativo conjunto de policía y ejército egipcios que perseguía terroristas disparó.
Sin embargo, testimonios recabados por The New York Times indican que en realidad sucedió a plena luz del día y que contaban con los permisos para circular por la zona, lo que abriría más interrogantes sobre la gravedad del error y las explicaciones oficiales.
Durante una declaración a los medios, el embajador de Egipto en México, Yasser Shaban, no repitió esa información y explicó en cambio que el ataque se debió a un error porque los vehículos en que iban los turistas “eran similares a los de los terroristas” que perseguían.
El presidente Enrique Peña Nieto señaló que han pedido una investigación “exhaustiva y expedita” de lo ocurrido y que ha instruido a su embajador en Egipto a mantener el apoyo a víctimas y familiares.
Gabriela dijo que sus familiares iban en un grupo de 15 personas que realizaban un viaje turístico. Salieron el 9 de septiembre y tenían previsto regresar al país el 25 de este mismo mes.
Rachael Stewart, una socia de Rafael Bejarano y originaria de San Clemente, California, dijo a The Associated Press que el viaje fue organizado por la mamá de Rafael y que se había planeado como una especie de retiro espiritual, algo que hacía cada año y medio.
Bejarano había vivido en San Clemente durante cerca de tres años.
“Él tocó a todos con su corazón, con su música, con su alma”, dijo Stewart a la AP.
En su página de Facebook, Bejarano aparece mientras toca el didgeridoo, un instrumento musical de viento de manera originario de Australia. Se le ve enfrente de las pirámides de Giza y mientras trabaja con las comunidades huicholes en México.
Estudió con líderes y sanadores indígenas de diferentes culturas, según su página de internet.