El gobierno egipcio aprobó la ruta e itinerario del viaje en el cual cuando menos dos turistas mexicanos fueron asesinados por error del ejército y la policía, consta un documento del Sindicato General de Guías de Turistas de Egipto.
El domingo, una docena de turistas mexicanos fue atacada por fuerzas egipcias, quienes desde el aire los bombardearon y les dispararon. La versión oficial del gobierno de Egipto es que los atacó por accidente, al confundirlos con terroristas de una célula yihadista; después del ataque, fuerzas de seguridad del país atendieron a los heridos.
Sobre el tema, el ministerio de Turismo egipcio acusó ayer que la agencia de viajes no tenía autorización para llevar visitantes a la zona del desierto occidental Al-Wahat (también conocida como desierto blanco por las figuras de arena naturalmente esculpidas) y que sus vehículos no tenían permisos para circular.
Desde el domingo, la autoridad insistió que los turistas ingresaron sin autorización a esa zona, misma versión que sostuvo el embajador egipcio en México, quien en conferencia agregó que los turistas viajaban en autos muy parecidos a los que utilizan los terroristas.
En un comunicado, que dio a conocer a través de su página de Facebook, el Sindicato de guías de turistas aseguró que la empresa Windows of Egypt contaba con todas las autorizaciones, licencias y permisos en regla para poder llevar a grupos de turistas a la zona del oasis de Bahayira.
En su página, el Sindicato incluso subió una copia sellada y firmada del itinerario que contenía el número de vehículos que participaban en el convoy turístico y cuántos turistas harían el circuito. El viaje inició el viernes 11 de septiembre y estaba programado para terminar el viernes 25 de ese mismo mes.
Esta versión apunta a que los operadores turísticos consultaron a las autoridades locales sobre si existían condiciones de seguridad para llevar a cabo la expedición. El grupo habría tomado un camino ampliamente conocido y utilizado para transportar turistas, pasó por varios retenes de la policía y continuó avanzando guiado por su escolta, un policía turístico que los acompañaba.
“El programa incluía una visita al oasis de Bahariya, localizado a unos 300 kilómetros de El Cairo, (en el camino) uno de los integrantes del grupo dijo tener hambre y expresó que al ser diabético no podía esperar hasta que llegasen a su destino para comer”.
Como aún faltaban 260 kilómetros para llegar a su destino, cerca de tres horas, tuvieron que detenerse antes de lo establecido y estacionar los vehículos a una distancia de alrededor de 2 km de la carretera, señala el comunicado.
“No sabían que esta zona está restringida, tampoco había ningún señalamiento de advertencia sobre la carretera, ni indicaciones de algún retén tampoco recibieron orientación de la policía turística”.
Desmienten horario del ataque
El ataque del Ejército de Egipto contra un grupo de turistas se produjo a plena luz del día y no en la noche como afirmaron autoridades de ese país.
El embajador de México en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, declaró en entrevista radiofónica que de acuerdo con las versiones de los seis mexicanos internados en el hospital Dar Al Fouad, al oeste de El Cairo, el ataque ocurrió a 300 kilómetros al poniente de la capital egipcia, alrededor de las 14:00 horas tiempo local.
En tanto, de acuerdo con versiones recabadas por el diario The New York Times, el incidente habría ocurrido a plena luz del día durante el almuerzo y no por la noche, como señalaban los primeros reportes del gobierno egipcio. El diario apuntó que un testigo de nombre Essad Monem encontró los cuerpos durante la noche.
El Sindicato General de Guías de Turistas de Egipto refirió que el convoy de turistas (conformado por cuatro vehículos 4×4) se salió de la carretera y se alejó unos dos kilómetros del arroyo vehicular para detenerse a “almorzar”. Esto ocurrió porque uno de los viajeros era diabético y debido a su enfermedad, no podía esperar a llegar al hotel para comer.
The New York Times refirió que el grupo se habría sentido bastante confiado de su seguridad porque además de la autorización de su propia escolta (según personas que han viajado a Egipto consultadas por este diario, es común que un policía acompañe a los grupos de turistas) observó un helicóptero patrullar la zona.
Sin embargo, cuando el convoy de turistas se alejó de la carretera, la tripulación del helicóptero confundió a los viajeros con terroristas a quienes perseguían como parte de un operativo de seguridad en el desierto.
El testigo señaló Essad Monem declaró además que algunas de las víctimas intentaron esconderse durante el ataque detrás de las dunas de arena, pero las fuerzas del orden les dispararon.
La mañana del lunes, en conferencia, la canciller Claudia Ruiz Massieu señaló que de acuerdo con el embajador mexicano en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, los sobrevivientes dijeron haber sufrido “un ataque aéreo con bombas desde un avión y un helicóptero”.
La agencia de viajes Windows of Egypt, que llevó a más de una docena de turistas mexicanos a la región del desierto occidental donde fueron atacados por el ejército y policía egipcios, ofrecía varios paquetes de viajes en donde uno de los atractivos principales era visitar, conocer y acampar en el oasis de Bahariya, cerca de donde ocurrió el ataque.