SÍDNEY. El primer ministro australiano, Tony Abbott, que asumió el cargo en septiembre de 2013, convocó la votación horas después de que MalcomTurnbull, su ministro de Comunicaciones, dimitiera de su puesto y le retara a someterse a una moción de confianza ante cien miembros del Parlamento y del Senado.
Al pedir la moción, Turnbull, favorable al matrimonio gay, dijo que “está claro que este gobierno no ha sido capaz de proveer el liderazgo económico que el país necesita”, y el primer ministro “no ha sido capaz de proveer la confianza económica que el empresariado necesita”.
La disputa entre ambos se remonta a 2009, cuando Abbott le apartó del frente de la formación por un solo voto en una moción de confianza forzada tras su decisión de apoyar el plan para la reducción de emisiones de carbono del entonces gobierno laborista.
En la votación Turnbull obtuvo 54 votos frente a los 44 que recabó Abbott, según anunció a la prensa en Camberra el encargado de los procedimientos disciplinarios de la formación política gobernante, Scott Buchholz. La votación fue convocada en medio de críticas por la desaceleración de la economía, que solo creció un 0.2% en el último trimestre, tras más de dos décadas de expansión.
Esta es la segunda vez que Abbott ponía a prueba su liderazgo después de que en febrero superara una moción de censura planteada por un sector de su partido. Entonces, Abbott se jugó el puesto tras polémicas medidas de su Gobierno que tuvo que modificar o retirar y después de que concediera el título de Caballero de Australia al marido de la reina Isabel II de Inglaterra, el príncipe Felipe.