LA HABANA. El presidente de Cuba, Raúl Castro, pronunciará por primera vez un discurso en la próxima Asamblea General de la ONU, donde coincidirá con su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, en un momento en el que la isla sigue reclamando el fin del embargo para la normalización de relaciones entre los dos países.
Raúl Castro asistirá a los próximos eventos en la sede de la ONU (Nueva York, Eu), entre los días 25 y 28 de septiembre, donde coincidirá con Obama por lo que, “se supone que habrá interacciones” entre ellos, aunque de momento no hay confirmada ninguna reunión bilateral, avanzó hoy a la prensa el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Será la primera vez que Raúl Castro participe en la Asamblea General de la ONU de Nueva York y lo hará con dos intervenciones, una el día 26 de septiembre en la Cumbre sobre la Agenda de Desarrollo post-2015 y, dos días después, en el debate anual de la Asamblea General.
El canciller cubano adelantó a la prensa parte de la agenda de Castro en su visita a Estados Unidos, donde acudirá tres días después de que el papa finalice su primera visita a la isla, quien también participará en los eventos de Naciones Unidas.
Francisco, quien jugó un importante papel en el deshielo entre Cuba y EU, iniciará el próximo sábado en La Habana un viaje que le llevará a los dos países, que tras 54 años de enemistad restablecieron sus vínculos diplomáticos el pasado 20 de julio con la apertura de sus respectivas embajadas.
Sobre el papel del papa en la nueva etapa que se abre ahora para la normalización total de su relación, el canciller se mostró seguro de que “su aliento al progreso en la relación” entre ambos países “será fundamental para los pueblos de ambas orillas del estrecho de La Florida”.
Sin embargo, Rodríguez destacó que el principal obstáculo para esa normalización es la vigencia del embargo económico, política que desde su implementación en 1962 ha supuesto un costo para la isla ha ascendido a 833.755 millones de dólares, según el informe “Cuba vs Bloqueo” que el canciller presentó hoy a la prensa.
Este informe que Cuba elabora cada año es la base de la resolución que someten anualmente a votación desde 1992 en la Asamblea General de la ONU, que este año tendrá lugar el próximo 27 de octubre.
Según denunció, en 2014 y 2015, que incluyen el “periodo de diálogo y de conversaciones secretas” entre Cuba y Estados Unidos para restablecer sus relaciones, el bloqueo -como la isla denomina a esta política- “continuó fortaleciéndose con marcado y creciente carácter extraterritorial, en particular en el ámbito financiero”.
Rodríguez se refirió a la “persecución” de las transacciones financieras de la isla y las “multas extraordinarias e insólitas” que Estados Unidos impone a bancos y empresas “por sus relaciones económicas con Cuba”.
No obstante, subrayó que Cuba “aprecia” los planteamientos de Obama a favor del levantamiento del embargo, su voluntad de “involucrarse en un debate con el Congreso” para el fin de esa política, y su disposición a utilizar sus facultades ejecutivas con las que puede “modificar sustancialmente su aplicación”.
Sin embargo, advirtió de que, el ritmo del proceso de normalización” de relaciones dependerá de las medidas que adopte Estados Unidos para modificar y levantar el embargo, cuya derogación depende del Congreso norteamericano.
“Lo que dirá si este proceso (con EU) ha tenido sentido, y yo espero que lo tenga, será precisamente el levantamiento completo e incondicional del bloqueo”, resaltó Rodríguez.
El jefe de la diplomacia cubana destacó que el embargo es una política “estrictamente unilateral” de EU y por tanto “ha de resolverse unilateralmente.”
“No puede esperarse que sea resultado de un proceso de negociación entre los Gobiernos, no es una avenida de dos direcciones, sino de una sola dirección”, manifestó.