Familiares y compañeros de trabajo identificaron a la empresaria Enriqueta Rojas y la ex diputada federal del PAN, María Elena Cruz Muñoz, como dos de las víctimas mortales del ataque en el desierto occidental egipcio, en el cual soldados y policías bombardearon un convoy de turistas mexicanos matando a ocho e hiriendo de gravedad a seis.
Enriqueta, llamada cariñosamente Queta por familiares y amigos, fundó y dirigió la agencia QR Modelos e hizo colaboraciones con prestigiosas revistas internacionales como Harper Bazaar y Marie Claire.
Su fallecimiento lo confirmó personal de la agencia a través de un breve comunicado en su página; dijo apreciar las muestras de cariño recibidas y pidió respeto para los deudos.
Por su parte, María Elena Cruz Muñoz fue diputada federal por el Partido Acción Nacional (PAN) además de ocupar diversos cargos públicos en el gobierno del estado de Jalisco, de donde era originaria.
Aunque estaba vinculada con el sector más conservador de su partido, también promovió la protección de los derechos de las mujeres. El presidente del PAN en Jalisco, Gustavo Macías, pidió al gobierno federal asegurarse de que el gobierno egipcio castigue a los responsables del bombardeo del pasado domingo.
Las ocho personas que fallecieron y las otras seis que resultaron gravemente heridas en el ataque habían ido en un viaje “espiritual” y de meditación en el desierto Egipcio, según sus familias y los sobrevivientes del bombardeo aéreo.
La mayoría de ellos vivían en el estado de Jalisco y habían sido contactados por la señora Marisela Rangel (mamá de una de las víctimas mortales) quien desde hace diez años organizaba este tipo de viajes a Egipto.
La primera víctima identificada es Rafael José Bejarano Rangel, un chamán y músico de Jalisco, quien dedicaba su trabajo a la sanación espiritual a través de ritmos indígenas.
Otro fallecido es José Luis Barajas, quien era ingeniero químico. Había nacido en Tamaulipas pero desde hacía varios años vivía en Guadalajara, Jalisco. Al viaje invitó a su esposa Carmen Susana Calderón y su sobrina Patricia Elizabeth Velarde Calderón, quienes resultaron heridas de gravedad.
Otra víctima mortal es la señora María de Lourdes Fernández Rubio, quien tenía 47 años de edad y era originaria de Tepic, Nayarit; el suyo fue uno de los primeros nombres que se filtraron a la prensa pero no se confirmó hasta ayer.
Aún falta confirmar el estatus de Israel González Delgadillo, quien también iba en el convoy atacado.
Sobrevivieron, aunque con quemaduras muy severas y múltiples fracturas en piernas y brazos, de acuerdo con los medios de comunicación local, Carmen Susana Calderón y su sobrina Patricia Velarde; Marisela Rangel (madre de Rafael José Bejarano), Colette Gaxiola Insunza, Juan Pablo García y Gretel Overhague.