Un sismo de hasta 5 grados en la escala de Richter con epicentro en la Ciudad de México es posible y su fuerza derrumbaría edificios débiles o mal construidos, aseguró Cinna Lomnitz Aronsfrau, un reconocido investigador de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

El subsuelo de la Ciudad de México tiene fallas tectónicas que la convierten en zona de origen de sismos. “Hasta ahora no hemos tenido sismos cercanos al Distrito Federal o con epicentro en el Distrito Federal mayores a magnitud 4, pero eso no quita que de repente tengamos un sismo de magnitud 5 dentro del Valle de México, lo cual es perfectamente posible”, dijo.

 

Foto: Cuartoscuro

 

 

Lomnitz Aronsfrau es investigador emérito del Instituto de Geofísica de la UNAM, integrante de la American Geophysical Union y miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República. También fue uno de los promotores de la creación del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

 

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El investigador explicó que estos sismos son originados porque en el subsuelo de la Ciudad de México hay fallas que cada cierto tiempo se reacomodan, generando movimientos que hasta ahora son poco perceptibles, pero no quita la posibilidad de uno mayor a 5 grados que ya se sentiría por la mayoría de las personas.

 

 

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“Todos los sismos que sentimos año con año en el Valle de México son de origen tectónicos, hay fallas, como en cualquier otro punto de la tierra, lo especial ahí no son los sismos, sino la situación del subsuelo, el lodo que dejó el Lago de Texcoco es nuestro problema”, añadió.

 

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El subsuelo de la Ciudad de México está conformado por lodo del antiguo Lago de Texcoco en 150 mil kilómetros cuadrados, una condición que vuelve a la urbe única en el mundo.

 

Según los registros del Sistema Sismológico Nacional (SSN), entre el 1 de enero 2006  y el 12 de septiembre de 2015 la Ciudad de México fue epicentro de 39 temblores; el más fuerte fue el 11 de febrero de 2007 cuando se registraron 3.9 grados en la escala de Richter.

 

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“Todo el tiempo los estamos registrando, pero son muy chiquitos, en el Servicio Sismológico se registran varios sismos de este tipo cada año, pero son magnitud tres, o tres y medio, por lo que muy poca gente los siente”, comentó.

 

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Aunque los epicentros de los sismos de los últimos nueve años se repartieron en 12 delegaciones, la mayor parte fueron en el occidente de la Ciudad de México, en especial en Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, con 10 temblores entre las dos demarcaciones.

 

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Ahora que están por cumplirse tres décadas del sismo de 1985, Lomnitz Aronsfrau opinó que, con el tiempo, la evolución de las construcciones en la Ciudad de México ha sido la correcta para enfrentar los terremotos, pero la única manera de saberlo es cuando haya un temblor de gran fuerza.

 

 

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“No lo sabemos (qué va a pasar en un gran sismo), lo vamos a ver con el próximo sismo, pero creo que la destruición catastrófica que tuvimos en 1985 no se va a repetir, no se va caer ningún edificio, esa es la meta”, concluyó.

 

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