Los tiempos llegan y las decisiones tan esperadas primero de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y la del próximo lunes por parte del Banco de México (Banxico) son el marco de atención de los mercados en México.
¿Por qué la Fed decidió no mover su tasa de interés?
Hemos recibido información económica de EU referente a los meses de julio y agosto que ya reflejan el comportamiento preliminar del tercer trimestre del año. Estamos confirmando que la recuperación de la economía es “moderada”, la creación de empleos se ubicó por debajo de las 200 mil plazas, con la sorpresa que el sector de bienes de producción destruyó empleos y ha sido el gobierno el que los impulsó un poco teniendo desde luego al sector servicios como gran generador.
La tasa de desempleo es quizá la única variable que está en un punto de “normalización” esperado por la Fed en 5.1%. No obstante, pensamos que existen elementos importantes por los que la Fed considera que no se ha llegado “al pleno empleo” todavía.
Por el lado de inflación, el pasado miércoles se conoció el dato de agosto en -0.1% mensual, dentro de lo esperado, pero en su ritmo anual crece a tasas de sólo 0.2% en la general y 1.8% en la subyacente que elimina alimentos y energía. Existe una gran holgura todavía para que los precios empiecen a confirmar un camino más consistente hacia el objetivo de 2.0%. Por ello vimos cómo las bolsas internacionales subieron, el dólar se debilitó frente a las monedas en general, incluyendo al peso mexicano, los precios de materia primas se estabilizan y se observó una menor “aversión al riesgo”.
Si a estas dos variables consideradas como las más relevantes se le suma la desaceleración de la producción industrial y ventas minoristas, el riesgo internacional ante la desaceleración de economías como las de China y Japón ya palpables, la Fed revisó a la baja sus proyecciones económicas 2015 y 2016.
Dentro de una baja probabilidad de ocurrencia, ¿Qué pasaría si la Fed subiera la tasa de interés entre octubre y diciembre próximos? Pensamos que sería sobre una base máxima de 25 puntos base, pero creemos que dejaría indicios de que la mantendría por un tiempo para evaluar las condiciones futuras y con ello los mercados tendrían una mayor “certidumbre”, lo que reduciría la aversión al riesgo y también es muy probable que el dólar ceda un poco de terreno.
De la reunión del próximo lunes del Banxico creemos y lo hemos comentado que será fiel seguidor de la decisión de la Fed. En caso de que éste no mueva sus tasas de interés existe hasta ahora una incertidumbre sobre si se adelantará a la Fed.
Nuestra respuesta está estrictamente en función de los flujos de tenencia en los mercados de deuda y de capitales. La economía de manera aislada enfrenta muchos retos para lograr un crecimiento sano y consistente, por lo que bajo esta premisa el Banxico no debería subir la tasa de interés.
Sin embargo, al revisar la tendencia de flujos extranjeros en el mercado de deuda existe un crecimiento en la tendencia de poco más de 2.0% en el acumulado del año y en capitales se registra un aumento que representa ya cerca de 87% de los flujos que entraron en 2014. En ambos mercados se muestran crecimientos.
Los futuros del peso son lo que siguen muy sensibles hasta el momento. Si analizamos la oferta y demanda de las subastas diarias sin precio mínimo que el Banxico opera a diario observamos una demanda promedio de 2.4 veces lo ofertado, pero poco a poco esta presión de demanda cede terreno. Nuestro indicador de depreciación móvil del peso mexicano vs el dólar también ha cedido presiones por ahora.
Todo estos elementos nos llevan a pensar que al no mover su tasa de referencia por el momento la Fed, el Banxico también la dejará sin cambio por ahora y seguirá en observación cuidadosa de los flujos y ante ello no descartamos que la Comisión de Cambios decida extender el plazo de las subastas diarias sin precio mínimo hasta el cierre de 2015.