A partir del sismo del 19 de septiembre de 1985, la relación de la sociedad y sus gobernantes cambió radicalmente, afirmó Enrique Jackson Ramírez, ex delegado de la Cuauhtémoc.
El hoy diputado federal recuerda, en entrevista con 24 HORAS, aquel movimiento telúrico que provocó la muerte de miles de personas y que a él le tocó en lo personal y profesional, ya que en octubre de ese año tomó posesión como titular de la delegación Cuauhtémoc.
“Fue muy doloroso para todos los ciudadanos, se colapsaron casi todos los servicios públicos, el agua, la luz, el teléfono y muchos se quedaron sin hogar”, recordó.
“Apenas tome el cargo y en varias semanas tuve que vivir literalmente en la delegación, no fui a mi casa porque había que atender a un sin número de damnificados”, dijo.
Reconoce que el gobierno tardó en reaccionar a las necesidades de la población, pero afirmó que las labores posteriores se hicieron con prontitud, “se hizo un censo, se valoraron todas la viviendas en materia pericial, algunas se tuvieron que demoler, otras, que reforzar”.
Incluso, recuerda que en el momento del sismo “yo era el encargado de Liconsa, y se nos ocurrió que en vez de embolsar leche, lo hiciéramos con agua. Situación en la que pudimos contribuir de manera inmediata”.
El hoy legislador federal recuerda con tristeza lo acontecido aquella mañana del 19 de septiembre de 1985, pero “me siento orgullo de haber contribuido a que muchos ciudadanos pudieran encontrar un poco de felicidad y recobrar un lugar donde vivir”.
Surge el PRD
El político tricolor afirma que luego de la tragedia la sociedad se involucró y cambio la forma en como convive con sus autoridades.
“Surgieron varias organizaciones que ayudaron en esos momentos de gran dolor, los scouts, los topos. Desde el gobierno, las oficinas de protección civil y muchos líderes sociales”.
Explicó que la organización social, incluso, tomo un giro en la política mexicana: “del sismo de 1985 emergió una fuerza social en nuestro país, el Partido de la Revolución Democrática, el PRD”.
Los ciudadanos confiaron en si mismos y lograron hacer de una fuerza ciudadana en medio de una tragedia, en el partido político más importante del país de la izquierda mexicana, hasta nuestros días”, rememora.
“Estoy orgulloso de haber servido a los ciudadanos, a mis vecinos, a mis amigos, a mi ciudad; espero cumplir de nuevo con ellos ahora como legislador”.