La 67 entrega del Emmy, que se llevó a cabo en el Microsoft Theater de Los Ángeles, fue una noche histórica para la televisión de Estados Unidos en varios sentidos.
El actor Tracy Morgan, después del accidente que tuvo hace varios meses, sin perder el sentido del humor que lo ha caracterizado y con una ovación de pie, la tercera de la noche, fue el encargado de presentar el último premio de la noche, el de Mejor Serie de Drama, que fue para la gran ganadora de la noche, Game of Thrones, el fenómeno mundial basado en la obra de George R.R. Martin que obtuvo, además, los premios más importantes de su categoría: Mejor Dirección, Mejor Guión y Mejor Actor de Reparto, para Peter Dinklage, quien al recibir su estatuilla tuvo palabras de apoyo y agradecimiento para uno de sus rivales y su más fuerte competidor, Jonathan Banks, quien estaba nominado por su trabajo en Better Call Saul.
Game of Thrones superó así el fantasma de que una serie de fantasía, acción y violencia no podía llevarse el premio principal, y de paso superó a su más fuerte competidora, Mad Men, que únicamente obtuvo una estatuilla a pesar de que se pensaba que iba a ser despedida de la misma manera que lo fue Breaking Bad hace un año: ganando el Emmy a Mejor Serie, mismo que obtuvo en cuatro ocasiones. Al no obtenerlo, no pudo establecer una marca como la serie de drama más galardonada de la historia.
El único Emmy para Mad Men fue para su protagonista, Jon Hamm, quien recibió la primera ovación de pie de la noche al recibir el premio a Mejor Actor de Drama, primero que gana después de ocho nominaciones previas por Mad Men y 16 en total. Hamm, quien era prácticamente el favorito de todos, se convirtió en el único miembro del elenco de la serie que obtuvo un Emmy en la categoría de actuación, durante las ocho temporadas que duró.
“Esto es imposible. Es imposible ser nombrado y estar aquí con todos esos extraordinarios caballeros. Es imposible estar aquí parado. Gracias. Es imposible haber hecho este extraordinario show sin su increíble elenco, personas asombrosas, escritores fantásticos. Muchas gracias por esto”, expresó Hamm en su discurso.
Otro momento histórico estuvo a cargo de Viola Davis, quien se llevó el premio de Mejor Actriz por su trabajo en How to Get Away With Murder, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana en la historia en obtener dicho galardón.
En uno de los discursos más emotivos de la noche, Davis comentó:
“Lo único que separa a las mujeres de color de cualquier otra persona es la oportunidad. No puedes ganar un Emmy por un personaje que no está ahí. Así que saludo a todos los escritores, a la sorprendente gente que ha sido Ben Sherwood, Paul Lee, Peter Nowalk, Shonda Rhimes, personas que han redefinido lo que significa ser hermosa, sexy, ser una protagonista, ser negra”.
Uzo Aduba, ganadora el año pasado a Mejor Actriz de Reparto en una serie de comedia por Orange is the New Black, repitió la dosis este año en la misma categoría, pero ahora en Drama, debido al cambio de reglas que permitió que la serie, creada por Jenji Kohan, pudiera competir en la misma. Su discurso fue uno de los más emotivos en años recientes, y dejó en el camino a Christina Hendricks, por Mad Men, otra de las fuertes favoritas.
Transparent hace historia
Al inicio del evento, con un muy divertido monólogo a cargo del conductor del evento, Andy Samberg, en el que como es característico de este tipo de eventos, hizo burla de personalidades presentes o ausentes, como Bill Cosby o Donald Trump, así como de varios de los nominados, como Jon Hamm, Uzo Aduba o Allison Janney.
Samberg dio paso a los premios, comenzando con la parte de Comedia, en la que la Janney fue la primera en recibir el galardón, en la categoría de Mejor Actriz de Reparto, mientras que el Mejor Actor de Reparto fue Tony Hale, por Veep). La Mejor Actriz de Comedia fue Julia Louis-Dreyfuss, quien obtuvo su cuarto Emmy consecutivo por su papel en Veep, de HBO.
Y en lo que fue un triunfo para Amazon, que produce la serie Transparent, acerca de un transgénero, la serie obtuvo los premios de Mejor Actor de Comedia, para Jeffrey Tambor; Mejor Dirección, para Jill Soloway.
“Gracias por sus historias y su inspiración a toda la comunidad LGBT. Son un ejemplo para todos”, expresó Tambor, quien era uno de los favoritos para llevarse el Emmy y se convirtió, a los 71 años, en el actor de más edad en llevarse el premio en su categoría.
El premio a la Mejor Serie de Comedia, el cual fue presentado por el legendario Mel Brooks, fue para Veep, de HBO, que terminó con el reinado que tuvo por varios años Modern Family.
Olive Kitteridge y Jon Stewart, imparables
En la nueva categoría de Serie Limitada o Película para TV, la ganadora de Mejor Actriz de Reparto fue Regina King, por American Crime; pero la gran ganadora fue Olive Kitteridge, que se llevó los premios a Mejor Dirección (Lisa Cholodenko); Mejor Actor de Reparto (Bill Murray); Mejor Actriz (Frances McDormand); Mejor Actor (Richard Jenkins), y Mejor Serie o Película.
En la categoría de Programas de Variedades, el gran ganador fue The Daily Show With Jon Stewart, que se llevó los premios de Mejor Guión, Mejor Dirección y Mejor Show. En la categoría de Mejor Serie de Variedades Sketch, la ganadora fue Inside Amy Schumer.