Las fuerzas leales al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad y los rebeldes islamistas acordaron un “alto el fuego permanente” a partir del mediodía de hoy en tres puntos de combate de la norteña provincia de Idlib, y la ciudad de Zabadani.
El cese al fuego fue alcanzado este domingo tras una larga negociación entre una delegación iraní, que representa al gobierno sirio, y el movimiento rebelde Ahrar al-Sham, vinculados a la red Al Qaeda y el Frente al Nusra.
Mohammad Abu Qassem, el jefe del Partido de Tadamun, quien ejerció como mediador entre las partes, informó que el cese al fuego entró en vigor a las 12:00 horas locales, en los noroccidentales poblados chiítas del distrito Madaya y en la ciudad de Zabadani.
“No solo es un alto el fuego, sino también una solución permanente a la situación en los poblados chiítas de Zabadani y Madaya (…). Es un alto el fuego indefinido y no es temporal”, subrayó el mediador, tras explicar que los rebeldes pidieron alto al fuego en las dos localidades chiítas.
Mientras que los delegados iraníes del gobierno sirio pidieron que los grupos yihadistas dejaran de atacar en la provincia noroccidental de Idlib, que había sido objetivo de repetidos ataques.
Qassem manifestó que no podía dar más detalles sobre la tregua, pero reiteró que es más que un alto el fuego, es una solución permanente a la violencia.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) confirmó el acuerdo entre las partes, aunque indicó que por ahora no había información inmediata sobre la duración del alto al fuego, aunque continuarían las negociaciones para una tregua más amplia.
“Los combatientes detuvieron sus operaciones militares desde esta madrugada, pero el alto el fuego oficial comenzó al mediodía”, indicó el presidente del Observatorio, Rami Abdel Rahman, según un reporte de la cadena árabe Al Arabiya.
Las fuerzas pro gubernamentales lanzaron una ofensiva para tratar de recapturar Zabadani en julio, lo que provocó una alianza rebelde, incluyendo extremistas musulmanes sunnitas de Al Qaeda, que atacaron los pueblos de Fuaa y Kafraya, en Idlib, cuyos residentes son chiítas.
Pese al acuerdo para el alto al fuego, en la norteña ciudad de Alepo, al menos 14 civiles murieron este domingo, entre ellos siete niños, cuando los rebeldes bombardearon el barrio de al Midan, que está controlado por las fuerzas del gobierno.
El Observatorio, encargado de monitorear el conflicto en Siria, confirmó la muerte de 14 personas en el bombardeo que se registró en la madrugada de este domingo, mientras que un niño murió y varios civiles fueron heridos en un barrio adyacente en un ataque aéreo posterior del gobierno.
El OSDH, que basa sus informaciones en una red de activistas sobre el terreno de combate, confirmó también que un grupo de 75 rebeldes sirios entrenados por Estados Unidos en Turquía ha entrado a Siria en los últimos dos días, para combatir al extremista Estado Islámico (EI).