ZAGREB, Croacia. Sin embargo, en una señal de las profundas divisiones entre los miembros, los ministros tuvieron que votar el plan en lugar de aprobarlo por consenso.

 

El ministro del Interior checo, Milan Chovanec, tuiteó que su país junto con Eslovaquia, Rumania y Hungría votó contra el plan y Finlandia se abstuvo.

 

El ministro francés Bernard Cazeneuve dijo que el acuerdo fue “un paso importante” aprobado por una “mayoría aplastante” de los 28 ministros presentes.

 

El alemán Thomas de Maiziere dijo que su país recibirá a más de 30 mil personas.

 

“Hacemos esto por solidaridad y responsabilidad, pero también por nuestro propio bien”, dijo. “En este momento alrededor del 50% de los que llegan a Grecia vienen a Alemania”.

 

De Maiziere dijo que uno de los objetivos es reducir la “migración secundaria”, el desplazamiento de gente de un país a otro dentro de Europa.

 

“Si la gente es distribuida en Europa, no puede elegir a qué país van. Deben quedarse en el país al que fueron distribuidos”.

 

Mientras los ministros discutían en Bruselas, los migrantes chocaban con la policía en un campamento de tránsito en Croacia y los países del sureste de Europa se regañaban y amenazaban mutuamente mientras la ola incesante de buscadores de asilo elevaba las tensiones diplomáticas a un alto grado.

 

Los altercados en Croacia comenzaron por la mañana en un nuevo centro temporal en el pueblo oriental de Opatovac, donde una gran multitud de migrantes cruzó las puertas y abrumó a las autoridades. Además, algunas personas que estaban dentro del centro acudieron en masa a las puertas y exigieron marcharse, dado que se les había prometido que sólo tendrían que quedarse 24 horas y podrían continuar su viaje.

 

La policía empujó a la gente para apartarla a ambos lados de la puerta, pero los ánimos seguían acalorados.

 

Los problemas en Opatovac reflejan las dificultades que afronta Croacia para controlar una marea sin precedentes de personas que huyen de los conflictos y la pobreza en Oriente Medio, África y Asia.

 

Croacia estableció un plan de recepción de migrantes para intentar poner orden en el caos registrado en el país desde el 15 de septiembre, cuando Hungría cerró su frontera con Serbia. Esa decisión desvió a las miles de personas que buscan refugio hacia Croacia, una nación de 4.2 millones de personas y que está entre las más pobres de la UE.

 

Croacia ha pedido una respuesta unificada de la UE sobre cómo gestionar el éxodo.