El ex secretario de Obras y Servicios del Distrito Federal, Alfredo Hernández García, fue inhabilitado para ejercer cargo alguno en la Administración  Pública local luego de que la Contraloría General lo halló responsable de incurrir en un conflicto de intereses.

 

El 11 de marzo se reveló que el ex funcionario, entonces encargado de las obras de rehabilitación en la Línea 12 del Metro, otorgó dos contratos por más de 71 millones de pesos a la empresa Planet Ingeniería, de la que su esposa, Erika Molina, es, o era directora comercial, para la renovación de alumbrado público.

 

Seis meses después, la Contraloría General capitalina, inhabilitó a Alfredo Hernández y a dos personas más y suspendió a otro ex servidores público; todos ellos, dijo la dependencia fiscalizadora que dirige Eduardo Rovelo, ex funcionarios de primer nivel dentro de la Sobse.

 

“Con estas acciones, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, deja de manifiesto que no se tolerará ningún acto irregular que genere incomodidad a la ciudadanía, ni que lastime el buen ejercicio de la Administración Pública capitalina”, asentó la Contraloría en su breve boletín.

 

El mismo día en que se supo que Hernández García otorgó dos contratos a a una empresa relacionada con su esposa, uno fue de 30 millones 847 mil 254 pesos y el otro de 40 millones 483 mil 631 pesos, Mancera pidió la renunció del entonces encargado de la Sobse.

 

Nueve minutos después de que el GDF emitió el comunicado oficial con la solicitud de renuncia al ex secretario, la Contraloría cerró la pinza e indicó que se iniciaría una investigación por parte de ellos y de la Fiscalía para la Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos.

 

Incluso unos días después el propio Mancera advirtió al resto de su gabinete al hacer alusión al caso de Alfredo Hernández: “ya saben lo que sucede, cuando se equivocan en el rumbo, eso es lo que les va a suceder”.

 

A la fecha no es posible determinar si la esposa del ex funcionario, Erika Molina Barragán, aún labora en Planet Ingeniería, pues cuando se dio a conocer el conflicto de intereses, la empresa cambió su portal de internet y ocultó información relacionada con sus socios y el organigrama.

 

Sin embargo, en su página web, la empresa presume que tiene como clientes a dependencias como Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC) o el Instituto Politécnico Nacional (IPN), pero no figura el GDF.

 

Molina Barragán, radicada en Pachuca, Hidalgo, es ubicada por medios locales como una empresaria del mundo taurino, y refieren que en sociedad con el torrero hidalguense Luis Gallardo, encabezan la empresa Arte + Casta, Innovación Taurina, que impulsa esta actividad en aquel estado.

 

Distintas notas periodísticas de diciembre pasado relatan que dicha empresa obtuvo una concesión por dos años para organizar eventos taurinos en la Plaza de San Marcos en Tepeapulco, Hidalgo, donde ya han organizado diversas actividades en 2014 y parte de este año.