También conocida como Web Invisible o Hidden Web, la Deep Web es una porción presumiblemente grande de Internet, que vuelve a los usuarios prácticamente imposibles de rastrear y en la que se puede encontrar desde piratería y servicio de hackers hasta la más sucia pornografía infantil.
En el capítulo 2 de la segunda temporada de House of Cards un diálogo de Lucas Goodwin detalla que la Deep Web abarca el 96% del total del internet, sin embargo, no hay certeza al respecto por la falta de estudios en la materia, aunque mucha información coincide en dicho dato.
Pese a tener muchos defensores por la importancia de esta red para mantener la privacidad de los usuarios, la polémica radica en el hecho de que en ella se perpetran muchos crímenes, incluso cuando la navegación no es ilegal.
El pasado 10 de septiembre Matthew David Graham, un universitario australiano de 22 años, se declaró culpable ante una corte de Melbourn por 12 de 88 cargos por manejar sitios en la“web profunda” de prostitución infantil, que operaba en Distrito Federal, Michoacán, Jalisco y Nuevo León, así lo reportó Daily Mail.
Este caso es uno de los pocos que han emergido de la profundidad de esta web y se suma al de Peter Gerald Scully, supuesto creador de Daisy’s Destruction, un video en el que, según quienes aseguran haberlo visto, se tortura sexualmente a una niña.
En el caso de Graham, desde diciembre de 2013, el grupo de hackers Anonymous denunció la existencia de dicha red al Consejo Nacional de Seguridad, sin embargo, los sitios donde se ofrecían los servicios siguieron funcionando.
Fácil entrar, pero con cuidado
Lo único indispensable para entrar a la Web Profunda es un navegador Tor, una especie de red de túneles virtuales que permiten mantener el anonimato, es decir, la dirección IP no puede ser rastreada a menos de que el usuario lo use para abrir sus redes sociales o páginas en las que se encuentre su información personal.
Una vez dentro, a través de la guía Hidden Wiki se pueden buscar las páginas de interés, que van desde foros para el intercambio de opiniones hasta sitios de pornografía infantil, que es parte del contenido que más se comparte.
No utiliza direcciones convencionales, sino códigos y pseudodominios .onion (identificado en la mayoría de sus páginas con imágenes alusivas a cebollas) protegidos y que cambian constantemente, es decir, las páginas se eliminan y se crean nuevas.
Antes de entrar, muchas personas que han experimentado recomiendan navegar con cuidado, pues aunque no es ilegal, aseguran que el FBI la monitorea en busca de desenmascarar a los usuarios que incurran en actividades ilícitas.
De lo inofensivo hasta lo perturbador
Así como en los barrios bajos de cualquier ciudad del mundo se pueden comprar armas y droga, lo mismo pasa en la Deep Web, sólo que ahí el comercio se hace con bitcoins y lo que se ofrece puede llegar a los límites de lo inimaginable.
En una navegación superficial en un sitio en español parecido a 4chan.com (accesible en la red convencional en la que en muchas ocasiones se llegan a filtrar imágenes de la Deep Web) los foros más amigables son para compartir enlaces para la descarga de música o libros, así como para la discusión de teorías de la conspiración en torno a temas como el avionazo de Germanwings o los posibles escenarios hacia una tercera guerra mundial.
Sin embargo, y aunque se intente evitar entrar en contacto con contenido obsceno, es fácil encontrar entradas con títulos como “El video sexual más asqueroso que hayas visto”, además de la oferta y demanda de servicios de hackers para el robo de información de tarjetas de crédito o venta de mariguana.
También abundan los sitios donde se comparten imágenes sangrientas, recomendaciones para desatar una revolución, otros en los que se dan tutoriales y consejos para la fabricación de bombas y métodos para suicidarse, así como aquellos en los que anónimamente se relatan confesiones de la comisión de supuestos delitos como asesinatos y violaciones.
Al navegar por los títulos en las salas dedicadas a contenidos eróticos, en los que ni siquiera existe la advertencia +18, los comunes denominadores son la especificación de edad de las personas en las imágenes y videos que invitan a ver, así como las palabras CP, pedo o Candy, todas referentes a la pornografía infantil.
Desde el mismo directorio Hidden Wiki o en sitios de marcadores también se puede buscar el servicio de asesinos a sueldo para acabar con alguien en específico o que incluso ofrecen la posibilidad de elegir a la victima online.
Es importante indicar que aunque en una navegación inexperta es muy fácil toparse con contenidos como pornografía infantil, en realidad la red puede ser inofensiva, pues mientras los usuarios se mantengan al margen de lo ilegal puede ser muy útil hasta para el almacenamiento de información confidencial.
El peligro dentro de la Deep Web se encuentra en niveles más bajos donde la depravación tiene un precio a través del intercambio de Bitcoins y ya se pueden comercializar los links con videos de asesinatos o violaciones, niveles en los que se podría hasta poner en riesgo la vida de quien llegara a interactuar con un estafador o un hacker de alto estandar.
Es decir, entre más se adentre un usuario es más oscuro es lo que se vende, desde personas y órganos, llegando a los límites de elegir a tu víctima para un crimen o el “espectáculo” en tiempo real y on demand de la violación y asesinato de un bebé, que quienes han llegado a esos niveles aseguran haber visto y que vuelven una computadora en un sitio más peligroso que cualquier calle del mundo.