A través de una carta de la Nunciatura Apostólica en Washington, el representante de la Santa Sede, Carlo María Viganó, hizo una apelación “urgente” a nombre del jefe de la Iglesia católica.
De acuerdo con las leyes locales, sólo un pedido de la Corte Suprema de Justicia o del gobernador pueden anular la ejecución de la pena máxima.
Viganó citó el discurso que dio el Papa en el Congreso estadunidense la semana pasada en el que apuntó que su convicción por la responsabilidad de defender la vida humana, lo ha llevado a abogar a diferentes niveles por la abolición global de la pena de muerte.
“Sin desear minimizar la gravedad del crimen por el que la señora ha sido condenada, y mientras simpatizamos con las víctimas, imploro sin embargo a su Junta, en consideración de las razones presentadas, conmutar la sentencia a una que exprese mejor justicia y misericordia”, subrayó.
Gissendaner fue acusada y condenada a la pena capital por planear la muerte de su esposo en 1997.
La ejecución de la mujer está programada para las 19:00 horas locales de este martes en la prisión de Diagnóstico y Clasificación de Georgia en la ciudad de Jackson, localizada a 75 kilómetros de Atlanta, la capital del estado.
Los tres hijos de Gissendaner habían pedido clemencia a la Junta de Perdones hace unos meses, así como este martes.
La petición de clemencia fue negada por la dependencia esta tarde, luego de que sus miembros se reunieron para estudiar las peticiones.
Gissendaner será la primera mujer en ser ejecutada en 70 años en Georgia.