La segunda licitación de la Ronda Uno tuvo mayor éxito entre la iniciativa privada debido a que los campos que se pusieron en juego tienen reservas certificadas y petróleo de mejor calidad, así como mejores reglas en las subastas, aseguró Lourdes Melgar Palacios, subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener).
Abundó que la cuenca petrolífera de las costas de Campeche y Tabasco es “muy vigorosa”, pues es la zona en la que existe la mayor explotación de hidrocarburos desde hace 40 años, lo que abona productividad para las empresas.
En este proceso, comentó, las petroleras realizaron ofertas de contraprestación para el Estado muy superiores a los valores mínimos de referencia, pues “las empresas están viendo algo más allá de lo que hemos visto en México”.
En cuanto a las lecciones aprendidas por parte de las autoridades, destacó que decidieron revelar el valor mínimo de referencia antes de la licitación, mientras que en otros países nunca se revela y en otros no se establece.
“Si bien se anunciaron los mínimos, las ofertas se colocaron muy por encima de ellos y hubo buena competencia, particularmente en el caso del primero y del segundo contrato”, afirmó.
La subsecretaria reconoció que el proceso de aprendizaje sigue y se nutrirá con la retroalimentación de la industria y de los expertos en materia de contratos petroleros. “Esto nos ha llevado a hacer ciertos ajustes y hacer contratos que sean acordes a la mejor práctica internacional, competitivos e interesantes para las empresas, pero cuidando siempre el interés del Estado”.
Mencionó que el Estado mexicano recibirá entre 80 y 90% de las utilidades que obtengan las petroleras ganadoras de la segunda licitación de la Ronda Uno, pues a las ofertas se debe sumar el régimen fiscal correspondiente a las actividades.
Expuso que los costos de producción de estos campos oscila entre 15 y 20 dólares por barril, aunque puede ser menor, dependiendo de la tecnología de cada empresa.
Si el precio promedio del petróleo se mantuviera en el monto actual de 47 dólares por barril, esto representaría utilidades de 32 dólares, de los que entre 25.6 y 28.8 dólares se destinarían a las arcas nacionales.