La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) declaró como inexistente el Informe de responsabilidades por los daños causados por la tormenta tropical Ingrid y el ciclón Manuel, esto debido a que se encuentra en fase deliberativo y su publicación podría afectar el proceso.
En respuesta a una solicitud de información que realizó 24 HORAS, la Sedatu confirmó la inexistencia de la información requerida por los daños causados por Ingrid y Manuel, explicando lo siguiente:
“Procede a declarar la inexistencia cuando la información solicitada sea el resultado del proceso deliberativo en trámite”, esto amparado por el criterio 20/13 emitido por el entonces pleno del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos.
Después de las lluvias ocasionadas por Ingrid y Manuel en septiembre de 2013, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó al entonces titular de la Sedatu, Jorge Ramírez Marín, realizar una investigación sobre quiénes eran los responsables de otorgar los permisos de construcción en zonas de alto riesgo en Guerrero.
“Esto implicará conocer cuáles fueron las zonas en las que, de manera inapropiada y con permisos, seguramente también, sin sustento legal, se otorgaron y donde se edificaron construcciones, lo que impidió que se drenara adecuadamente el agua que se acumula por los ríos en esta región y que, a partir de ello, se realice la investigación correspondiente”, dijo el presidente el 27 de septiembre de 2013.
La fecha que puso el presidente para entregar dicho informe fue el 10 de octubre de 2013, día en que el litoral del Pacífico mexicano sufría el paso del huracán Raymond por lo que Sedatu se excusó para retrasar su presentación unos días. Hoy se cumplen 682 días de que se venció el plazo y sigue pendiente la presentación.
Durante este lapso de tiempo Ramírez Marín dejó la Secretaría, puesto que dejó a Jesús Murillo Karam, quien duró seis meses en el puesto. Ahora, la titularidad de la dependencia recae en Rosario Robles Berlanga.
Dato:
150 muertos, 68 desaparecidos y más de un millón de damnificados fue el saldo dejado por los fenónemos naturales en 2013