MOSCÚ. En el segundo día de bombardeos de aviones rusos contra las posiciones del Estado Islámico y de otros grupos yihadistas en Siria, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, se mostró abierto a una posible intervención militar rusa en Irak para acabar con la amenaza yihadista tras criticar la escasa ayuda proporcionada por Estados Unidos.
“No estamos obteniendo un apoyo masivo militar de EU contra el Estado Islámico, necesitamos la participación de una coalición amplia que incluya a Rusia e Irán”, destacó el líder.
Abadi afirmó, en declaraciones a la televisión France 24 que “aún no” ha discutido formalmente con Moscú la posibilidad de que lleve a cabo bombardeos contra bases del Estado Islámico en su territorio. “Es una posibilidad; si tenemos una oferta, la consideraremos y le daremos la bienvenida”, dijo.
El jefe del Gabinete de Irak destacó que “el intercambio de datos de reconocimiento entre Rusia, Siria e Irán empezó hace meses”, y Siria transmitió a los iraquíes “información muy buena sobre el EI”.
Rusia aseguró que estudiaría una petición de Irak para bombardear con sus aviones de guerra las posiciones del EI en territorio de ese país árabe.
“En caso de que haya suficientes motivos para ello se examinará su conveniencia política y militar”, dijo Iliá Rogachov, alto funcionario del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, a medios locales.
El diplomático subrayó que la última palabra la tiene el Gobierno de Irak, sea al pedir oficialmente ayuda militar a Moscú o a la hora de solicitar la aprobación de una resolución al respecto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El Kremlin negó que Rusia tenga planes de atacar objetivos terroristas en territorio de Irak, aunque fuentes oficiales han reconocido que la lucha internacional contra el yihadismo debe extenderse a otros países de Oriente Medio.
Los primeros bombardeos rusos en Siria comenzaron el pasado miércoles, 30 de septiembre en las áreas de Hama y Homs. Ayer, más de 50 aviones y helicópteros rusos volvieron a golpear esas áreas del centro de Siria. En total, la aviación rusa efectuó la víspera un total de 12 “ataques precisos”, ocho diurnos y cuatro nocturnos, contra centros de mando y arsenales de los yihadistas en zonas montañosas del país árabe, afirmó Ígor Konashenkov, vocero castrense ruso.
Sobre el terreno, en Siria, cientos de soldados iraníes han llegado a Siria para unirse a una gran ofensiva terrestre en apoyo a Asad. Fuentes libanesas confirmaron que tropas de Irán se han desplegado en Siria en los últimos 10 días con armamento para llevar a cabo una operación de gran envergadura, junto a milicianos del grupo chií libanés Hizbulá y milicias chiíes iraquíes. Los aviones rusos proporcionarán apoyo aéreo a esta ofensiva.
Por su parte, activistas del Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunciaron que también hubo bombardeos rusos en áreas que no son controladas por el EI, sino por grupos rebeldes moderados que se oponen al régimen de Bachar al Asad.
El presidente ruso, Vladímir Putin, tachó de “ataque informativo” las denuncias y publicaciones en medios occidentales sobre víctimas civiles.