Alemania superó hace 25 años el gran reto de unir las dos partes en las que había quedado el país; un desafío similar al que se vuelve a enfrentar ahora, integrar a los refugiados que han llegado al territorio, dijo hoy el presidente Joachim Gauck.
En el acto central de los festejos por la reunificación alemana en Frankfurt, Gauck señaló que “al igual que en 1990, nos espera un desafío que ocupará a generaciones. Pero al contrario que entonces, ahora debemos integrar a personas que hasta ahora no formaron parte de nuestro entorno”.
“Cuántas distancias hay que superar en un país que se ha convertido en un país receptor de inmigrantes”, señaló en la Antigua Ópera de Frankfurt.
Junto a Gauck, se dieron cita en los festejos la canciller federal Ángela Merkel, el presidente del Bundestag (cámara baja del Parlamento), Norbert Lammert, y el presidente del Tribunal Constitucional, Andreas Voßkuhle.
Frankfurt es la ciudad en la que se concentran los tres días de actos para conmemorar el 3 de octubre de 1991, cuando Alemania volvió a ser un solo país.
Bajo el lema “Grenzen überwinden” (Superar fronteras), Alemania arrancó la víspera los tres días de celebraciones, que pese a tener su núcleo en Frankfurt, también se vivieron en otras ciudades como en la capital Berlín.
Merkel se refirió a la crisis de refugiados antes del inicio de las celebraciones: “Debemos lograrlo juntos, Alemania, Europa y el mundo, todos tienen que cumplir sus tareas”.
Las dos Alemanias hablaban la misma lengua y compartían una cultura y una historia, algo que no ocurre ahora con los refugiados, que en su mayor parte llegan de Siria, pero también de Afganistán e Irak.
El debate ahora es la dimensión de la inmigración o hasta qué punto hay que superar las diferencias.
“Pero mi petición más urgente a todos los que participan en ese debate es que no dejen que de la controversia nazca la xenofobia”, dijo Gauck en medio de una gran ovación.
Por ello, el jefe de Estado pidió tanto a alemanes como a inmigrantes que respeten los valores fundamentales de la democracia.
“Precisamente ahora que en Alemania conviven diferentes culturas, religiones y estilos de vida, ahora que Alemania es cada vez más un país de gente diferente, se requiere el respeto de todos nuestros valores más irrevocables. Un código que debe ser aceptado por todos”, señaló.
Un código en el que se enmarcan valores como la dignidad humana o en el que el seguimiento de una religión no impide respetar las leyes de un Estado secular.
“Aquí no se cuestionan logros como la igualdad de la mujer o los derechos de los homosexuales ni se limitan los derechos del individuo mediante normas colectivas de la familia, un grupo étnico o comunidad religiosa. No tendrá cabida la “tolerancia a la intolerancia”, dijo Gauck.
El presidente manifestó sin embargo su comprensión al miedo que tienen muchos alemanes ante el aumento del número de refugiados. “Este es nuestro dilema: queremos ayudar, nuestro corazón es grande, pero nuestras posibilidades son limitadas”, indicó.
Merkel, Gauck, Lammert y Voßkuhle fueron recibidos esta mañana en Frankurt por el gobernador del estado federado de Hessen, Volver Bouffier.
Tras firmar en el Libro Dorado, acudieron a la catedral a una misa ecuménica antes de dirigirse a la Antigua Ópera, donde se celebró el acto central con unos mil 500 invitados, entre ellos unos 50 activistas de la extinta República Democrática Alemana (RDA). Además, el gobierno de Hessen invitó a 30 refugiados a los actos.
“Con nuestra fiesta queremos tender puentes y superar fronteras”, dijo Bouffier. Normalmente los festejos centrales por la reunificación se celebran en el estado federado de donde procede el presidente del Bundesrat, la cámara de representación territorial del Parlamento alemán.
Mientras en Berlín los actos por la reunificación se centran en los alrededores de la Puerta de Brandenburgo. En un gran escenario desfilarán a lo largo de la jornada bandas musicales como los rockeros de Revolverheld o la cantante Lena, con la asistencia esperada de miles de berlineses.
En la plaza de la República junto al Reichtag, el Parlamento alemán, habrá fuegos artificiales.
Los festejos arrancaron el viernes en Frankfurt, con la presencia de unas 350 mil personas. Sin embargo, unas mil personas se manifestaron contra la fiesta por la reunificación, aunque no hubo incidentes.
En total habrá 300 actos en los que se espera la presencia de un millón de visitantes, en un nutrido programa cultural y deportivo organizado por el gobierno central y los estados federados, y en medio de un gran despliegue policial.
El 3 de octubre de 1990 la extinta RDA se incorporó formalmente a la República Federal Alemana (RFA) tras 41 años de división, cerrando un proceso que arrancó con la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
La reunificación se celebra el 3 de octubre en lugar del 9 de noviembre para no coincidir con la conmemoración de la conocida “Noche de los Cristales Rotos” de 1938, fecha simbólica que recuerda la persecución de los judíos en el país.