LA PAZ. El Gobierno boliviano pidió hoy al Legislativo que investigue los presuntos planes de golpe de Estado y magnicidio supuestamente impulsados por Estados Unidos en 2007 y revelados tras la desclasificación de documentos de Wikileaks.
“La Embajada de Estados Unidos en 2007 instaló un centro de operaciones para llevar adelante el golpe cívico-prefectural, que era el ‘plan A’, que era el golpe, y el ‘plan B’, que era el asesinato (del presidente Evo Morales)“, afirmó en una rueda de prensa en La Paz el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
El ministro se refería a un libro publicado en septiembre pasado que recoge las investigaciones realizadas por los estadunidenses Alexander Main y Dan Beeton a partir de los citados documentos de Wikileaks.
Esas investigaciones fueron recogidas, entre otros medios, por el portal oficialista ruso Russia Today (RT), al que Quintana utilizó como referencia este sábado.
Las supuestas acciones de Estados Unidos tenían como objetivo, dijo Quintana, desestabilizar al Gobierno de Evo Morales, quien llegó al poder en 2006.
“Necesitamos hacer una investigación para tomar luego determinaciones”, subrayó el ministro.
Main y Beeton, pertenecientes al Centro de Investigación Económica y Política, con sede en Washington, denunciaron ese supuesto plan en uno de los capítulos del libro “The Wikileaks Files; The World According to the US Empire”, que analiza miles de comunicaciones secretas estadounidenses filtradas por Wikileaks.
La información del citado libro sobre Bolivia “tácitamente es una descripción respaldada de la estrategia de desestabilización de Estados Unidos, que oscilaba entre el golpe de Estado o el asesinato del presidente Morales”, afirmó Quintana.
Bolivia y Estados Unidos no mantienen relaciones a nivel de embajadores desde 2008, año en el que el Gobierno de Evo Morales expulsó al entonces embajador estadounidense, Philip Goldberg, bajo acusaciones de conspiración e injerencia política.
Washington respondió con la expulsión del que era embajador boliviano en Estados Unidos, Gustavo Guzmán.
Las diferencias diplomáticas entre los dos países se ahondaron ese mismo año con la expulsión de Bolivia de la agencia antidrogas estadounidense (DEA por sus siglas en inglés) y en 2013, cuando el Gobierno de Morales echó del país a la agencia de cooperación internacional de EE.UU. (Usaid).
Esta situación supone un nuevo bache en la relación bilateral entre ambos países, que en agosto pasado habían dado un primer paso para mejorar sus lazos con una reunión entre el presidente Morales y el encargado de Negocios estadounidense, Peter Brennan.
Esa reunión fue el primer encuentro entre Morales y un alto representante de EE.UU en La Paz desde 2009.
obo