Cerca de tres mil jinetes cabalgaron junto a Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, en su primer evento como gobernador del Estado mexicano de Nuevo León, cargo que asumió el sábado ante el Congreso estatal con el reto autoimpuesto de librar a la entidad de la bancarrota.

 

Rodríguez encabezó la cabalgata montando su caballo Tornado, acompañado por el sacerdote y defensor de migrantes Alejandro Solalinde y jinetes que llegaron de diversos municipios de Nuevo León, en el norte de México.

 

Los jinetes recorrieron alrededor de cinco kilómetros para acompañar al mandatario estatal a un evento masivo en el centro de espectáculos Arena Monterrey, donde se congregaron unos 12 mil 000 simpatizantes para participar en el festejo.

 

El gobernador agradeció el apoyo y destacó que la obra más importante de su gestión será construir “el puente más grande” para salvar la brecha entre ricos y pobres.

 

En su discurso inaugural del sábado ante el Congreso estatal, en Monterrey, Rodríguez dijo haber recibido un mandato claro de los electores en las elecciones del pasado 7 de junio: “Limpiar la casa. Lo vamos a hacer directo y sin darle vueltas”.

 

“Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, los techos caídos y, para acabarla de fregar, hipotecada por la corrupción sin llenadera, por el delirio de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes, que donde había dinero público vieron un botín”, declaró.

 

En una alocución puntuada por aplausos de los presentes y ante la mirada adusta de su predecesor, Rodrigo Medina, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el nuevo mandatario estatal ordenó a sus colaboradores realizar “una auditoría exhaustiva en todas y cada una de las dependencias, que se revise cada papel y cada cajón”.

 

“Hoy les digo claro y fuerte: se les acabó la fiesta a los bandidos. Que ni se hagan ilusiones las manos largas. A partir de hoy se acabaron los moches y las transas, se acabaron los lujos a costillas de la gente. Si quieren lana, háganla por la buena, como la gente honrada, trabajando”, manifestó.

 

Con ello aludió a la situación financiera del estado, con una deuda de 66.000 millones de pesos y un déficit de 6.200 millones de pesos.