Para el resto del año la inflación general se mantendrá por debajo de 3.0%, pese a la depreciación de la moneda mexicana, estimó la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con la minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del Banxico, respecto a la decisión de política monetaria del 21 de septiembre pasado, se decidió por unanimidad mantener en 3.0% el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día.
El documento expone que la decisión se tomó en virtud de que estimó que la postura monetaria vigente es conducente a afianzar la convergencia de la inflación a la meta permanente de 3.0%.
La mayoría de los miembros también estimó que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambio respecto al anterior anuncio de política monetaria, aunque algunos indicaron que el balance continúa siendo al alza.
Sobre la evolución de la inflación, la mayoría destacó que en los últimos meses experimentó descensos adicionales en niveles por debajo de 3.0%, pese a la depreciación de la moneda nacional.
Coincidieron en que se prevé que tanto la inflación general como la subyacente se mantengan por debajo de 3.0% el resto del año, y estimaron que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambio respecto de la reunión de política monetaria previa.
Asimismo, coincidieron en que las expectativas para la inflación general y subyacente al cierre de 2015 continúa disminuyendo, al ubicarse la media por debajo de 3.0%, mientras que las correspondientes al cierre de 2016 permanecen alrededor de 3.4%.
Derivado de lo anterior, la mayoría de los miembros previó que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambio respecto a la reunión anterior, aunque algunos miembros indicaron que el balance continúa siendo al alza.
Respecto a la evolución de la economía mexicana, la mayoría dijo que ha continuado presentando un ritmo de crecimiento moderado y considera que el balance de riesgos para el crecimiento se mantiene sin cambio.
Algunos integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico señalaron que se espera que durante este y el próximo año la economía mexicana muestre una mejoría gradual junto con la de Estados Unidos.
La minuta expone que la mayoría de los miembros coincidió en que es fundamental mantener un marco macroeconómico sólido en el país.
Para ello será necesario concretar los esfuerzos recientemente planteados en términos de finanzas públicas, ajustar la política monetaria en caso de ser necesario e implementar adecuada y oportunamente las reformas estructurales.
La mayoría de los miembros sostuvo que ello contribuirá a mantener la confianza en la economía de México distinguiéndola de otras economías emergentes, de tal forma que el componente de riesgo país en las tasas de interés permanezca en niveles bajos.
Profundizando en la importancia del fortalecimiento de la postura fiscal, la mayoría comentó que es necesario estabilizar la razón del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público a PIB en niveles que sean sostenibles en el largo plazo.
En suma, agrega la minuta, las condiciones cíclicas de la economía continúan mostrando debilidad, la inflación general se ha ubicado por debajo del objetivo y se espera que continúe así durante 2015.
Además, la inflación subyacente en sus dos componentes, de mercancías y de servicios, ha permanecido por debajo de 3.0% y las expectativas de inflación están bien ancladas, a pesar de la depreciación de la moneda nacional.
Sin embargo, precisa, las posibles acciones de política monetaria por parte de la Reserva Federal podrían tener repercusiones sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, por ello, sobre la dinámica de los precios en México.
Por tanto, la Junta de Gobierno anunció que se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo.
En particular al traspaso de movimientos del tipo de cambio a los precios al consumidor, a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución del grado de holgura en la economía.
Ello con el fin de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias con toda flexibilidad y en el momento en que las condiciones lo requieran, para consolidar la convergencia de la inflación al objetivo de 3.0%, concluye el documento.