BRUSELAS. La falta de acuerdo entre la OTAN y Rusia para formar una coalición común contra el Estado Islámico comenzó a tensar la situación en Siria. El secretario general de la organización militar, Jens Stoltenberg, denunció “violaciones inaceptables del espacio aéreo turco por aviones de combate rusos”, en la frontera entre Turquía y Siria, donde la milicia islámica ocupa territorios e instó a Moscú a detener “inmediatamente” sus ataques contra la oposición y civiles en Siria para centrarse en luchar contra yihadistas.

 

El ministerio de Exteriores turco informó de que un avión ruso violó el pasado sábado el espacio aéreo del país eurasiático, mientras que el domingo un avión Mig-29 de nacionalidad no identificada acosó a una patrulla aérea turca.

 

Tras una reunión en Bruselas con el ministro de Exteriores turco, Feridun Sinirlioglu, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó lo sucedido como “inaceptable”.

 

Los aliados pidieron a Moscú “que promueva una solución del conflicto a través de una transición política”, al tiempo que expresaron su “profunda preocupación” por la escalada militar rusa en Siria y, “especialmente, por los ataques de las fuerzas aéreas rusas” en las ciudades sirias de Hama, Homs e Idlib, que “han provocado víctimas civiles y no han tenido como objetivo al EI”.

 

Los aviones en cuestión entraron en el espacio aéreo turco a pesar de que las advertencias claras, oportunas y repetidas de las autoridades de Turquía, especificó la Alianza.
Para la OTAN las acciones militares de Rusia “han alcanzado un nivel más peligroso con las recientes violaciones” y subrayaron el “peligro extremo de tal comportamiento irresponsable”.

 

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo que Rusia aceptó que la violación fue un “error” que no volverá a suceder. “Las reglas de enfrentamiento de Turquía se aplican a todos los aviones, sean sirios, rusos o de otra parte. Se adoptarán las medidas necesarias contra cualquiera que viole las fronteras turcas, aunque sea un pájaro”, señaló en una entrevista con el canal HaberTurk TV.

 

UE-Erdogan negocian

 

Por otra parte, mientras los 28 embajadores aliados se reunian para abordar la denuncia turca, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, consultaba sobre ésta y otras cuestiones como la crisis de los refugiados con los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, de la Eurocámara, Martin Schulz, y del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Al finalizar el encuentro, la Unión Europea se mostró dispuesta a tratar todas las reclamaciones de Turquía como la asistencia financiera, la liberalización de visados y la creación de una zona de seguridad y exclusión aérea en la frontera con Siria, si Ankara se compromete a detener la llegada masiva de refugiados.
Juncker confirmó que propondrá a Ankara desarrollar una agenda migratoria conjunta con la UE, al tiempo que abogó por acelerar la liberalización de visados para los ciudadanos turcos. Aunque eso dependa de los países miembros. Además, la Comisión quiere ver a Turquía en la lista de terceros países seguros. Ninguna mención a los derechos humanos ni al rebrote del conflicto kurdo, con tal de poder empujar hacia Turquía a parte de los refugiados.

 

Erdogan se limitó a destacar sus méritos, como que Turquía no haya cerrado sus puertas a pesar de haber recibido 2.5 millones de refugiados y volvió a recordar que su país lleva gastados casi ocho mil millones de dólares en los refugiados. Claramente, buscando ayuda económica más allá de los mil millones acordados en la última cumbre de la UE.