GUATEMALA. El que fuera secretario privado de la ex vicepresidenta guatemalteca, Roxana Baldetti, abrió la caja de pandora. Juan Carlos Monzón Rojas incriminó al ex presidente Otto Pérez Molina y a Baldetti, de ser los líderes de la red criminal La Línea que defraudó millones de dólares al Estado.
En su comparecencia ante el juez Miguel Ángel Gálvez luego de entregarse de forma voluntaria a la Justicia, Monzón aseguró que en el gobierno “no se hacía nada sin el conocimiento y aprobación de ninguno de los dos”.
“Les quiero (ofrecer) disculpas al pueblo, a mi familia, esposa y mis hijos, a mis señores padres y todas mis amistades por haber participado en esta estructura”, expresó el ex funcionario y enseguida añadió que “únicamente seguía las instrucciones que me habían dado, en mi caso, la vicepresidenta”.
“Quiero manifestar que no soy el líder de esta estructura, no lo soy, y si aquí estuvieran presente cualquier miembro del Gabinete, el señor presidente o la señora vicepresidenta les puede asegurar que en ese gobierno no se hacía nada sin el conocimiento y aprobación de ninguno de los dos”, sostuvo.
La semana pasada saltaron las alarmas ante los allanamientos en su vivienda. Ahí se incautaron cotizaciones de compra de vehículos dirigidas a Pérez Molina con tención a Monzón; documentos relacionados a la adquisición de inmuebles y boletos aéreos de viajes realizados por Pérez y Baldetti antes de ser electos.
Pérez Molina y Baldetti, que renunciaron a los altos cargos en septiembre y mayo pasado, respectivamente, y se encuentran en prisión preventiva, también fueron delatados la semana pasada como líderes de la red por el empresario Salvador Estuardo González, alias “Eco”, quien aseguró que recibían el 50% de los sobornos.
La estructura fue desmantelada el 16 de abril pasado por el MP y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (y hasta la fecha han sido detenidas unas 28 personas, entre funcionarios y particulares).