Hace apenas dos años Pumas terminó el Apertura 2013 sin ganar ni un partido en Ciudad Universitaria, en un torneo en el que sólo pudo anotar cuatro goles y a cambio se comió 14. En aquel certamen, los felinos acabaron como últimos de la tabla, sumidos en una aguda crisis, con un cambio de técnico, sin confianza en sus extranjeros y fuerzas básicas. Todo un desastre que hoy se borra del recuerdo de sus seguidores gracias a un torneo de ensueño, en el que los auriazules han ganado cada uno de los seis encuentros disputados en el Olímpico, pero, sobre todo, han mantenido “virgen” su portería, con 540 minutos sin gol en los partidos que juegan en casa.
Pumas es el mejor equipo del torneo, pero en casa a machacado a cada uno de los seis equipos que los ha visitado, incluido Chivas en el fin de semana pasado. Sus impresionantes números buscan igualar, en número de triunfos al hilo en la historia de los torneos cortos, las ocho conseguidas por Cruz Azul en el Apertura 2010, cuando La Máquina ganó los ocho juegos que disputó en el Estadio Azul, aunque aquel equipo celeste sí recibió tres goles.
De ahí, que si Pumas logra hilvanar un par de triunfos más sin gol ante Chiapas, su próximo rival cuando jueguen en CU, que no sabe lo que es ganar fuera de casa; y ante Querétaro, 15 días después, estará imponiendo un récord al ser el único equipo que, en torneos cortos, ha ganado todos sus encuentros en calidad de local sin recibir un gol.
El récord debe ser sin gol, porque la marca de más triunfos como local en un torneo corto le pertenece al Toluca y data del Verano 1999, cuando aquellos impresionantes rojos ganaron los nueve partidos que jugaron en la Bombonera, en un certamen en el que al final salieron campeones.
Así que si la muralla puma quiere dejar huella, está a 180 minutos de hacer historia.