CIUDAD DEL VATICANO. Los católicos deben dejar de usar términos condescendientes como “compasión” cuando se refieren a los homosexuales y encontrar formas de recibirlos como hijos e hijas de la Iglesia.
Los comentarios que apoyan un lenguaje más inclusivo para los homosexuales en la iglesia fueron hechos por bispos en las primeras dos rondas de intervenciones del encuentro a puertas cerradas, conocido como sínodo.
“(Los obispos dijeron que) debe ponerse fin al lenguaje exclusivo y un fuerte énfasis sobre abrazar la realidad tal como es. No debemos tener miedo de situaciones nuevas y complejas“, dijo el padre Tom Rosica al resumir algunas intervenciones.
Agregó que los obispos habían llamado a “una nueva forma de lenguaje, en particular al hablar de homosexuales (…) no sentimos pena por las personas gays sino que las reconocemos por quiénes son. Son nuestros hijos e hijas, nuestros hermanos y hermanas, nuestros vecinos y nuestros colegas”.
En un documento escrito por el ex papa Benedicto XVI antes de su elección y aún citado por conservadores, el entonces cardenal Joseph Ratzinger describió a los homosexuales como “intrínsecamente trastornados”.
El sínodo de más de 300 obispos, delegados y observadores, que incluye a 13 parejas casadas, estará reuniéndose por tres semanas en presencia del Papa Francisco para discutir cómo los mil 200 millones de miembros de la Iglesia Católica pueden enfrentar los desafíos que enfrenta la familia moderna
La Santa Sede reveló ayer que “está en estudio” la preparación de un viaje del papa Francisco a México para el próximo año. “Está en estudio. Se están dando los primeros pasos para un viaje del papa en 2016 en México”, dijo el subdirector de la oficina de prensa del Vaticano, Ciro Benedettini.